Adiós a los pianistas

Por fin ha entrado hoy en funcionamiento en la Cámara de Diputados, en una votación sobre el respeto a los derechos humanos en el Tibet, el nuevo sistema de voto electrónico con huella digital, para combatir los famosos pianistas (aquellos que votan por el compañero ausente). Este mecanismo para obligar a sus señorías a ser honestos les ha costado a los italianos 450.000 euros, con la que está cayendo. No obstante hay 18 objetores que se niegan a facilitar su huella -en Italia sólo se hace con los detenidos- y varios que lo han hecho a regañadientes. Algunos ejemplos:

«Es un sistema políticamente muy dañino, porque alimenta las peores pulsiones antipolíticas y asimila las instituciones a un lugar de delincuentes» (Paolo Guzzanti, ahora disidente del PDL, la coalición de Berlusconi, que clava, sin pretenderlo, la metáfora sobre las instituciones).

«Es un día negro para la Camára, se debilita la democracia representativa a favor de otros poderes menos transparentes», (Andrea Orsini, PDL).

Discurso de Italo Bocchino (AN), presidente vicario del PDL en la Cámara, en la asamblea de grupos parlamentarios del PDL: «Hoy desaparece la figura del diputado que votaba por dos y a veces, tras años de refinamiento técnico, por tres (aplausos en la sala). Retengo obligado hacer un elogio del pianista, que con acto de gran generosidad votaba por dos. Rindo homenaje a estos personajes vituperados y censurados, que votaban por los otros, mientras eran ignorados los que no votaban, desinteresándose del trabajo parlamentario y no participando en las sesiones». A continuación, una imagen de Italo Bocchino desinteresándose del trabajo parlamentario con su colega Mara Carfagna.