Aún no nos hemos recuperado del estreno de ‘The expendables’ (‘Los mercenarios’), de su acción a machete, de sus tacos y de la testosterona a chorros de la que chulea, y Sylvester Stallone ya piensa en una segunda parte en la que quiere contar con un bombazo , Bruce Willis de malo. Ahí queda eso. Ni más ni menos. Y es que ‘Los mercenarios’ ya cuenta con una escena impagable en la que Stallone, Willis y Arnold conversan animadamente en una iglesia, discuten sobre quién es el mejor dando palos y esas cosas de machotes. No es una secuencia redonda (quizás le falta un poco más de mala leche, algo de lo que no adolece precisamente la cinta), pero sirve para sacar una sonrisa al respetable.

Precisamente por eso quizás se trata de una espinita que tiene clavada el veterano de Stallone, el no haber podido contar con uno de esos dos pesos pesados en las secuencias de acción. A la primera entrega de la que aún podemos disfrutar en el cine, faltaron tipos duros como Van Damme, Seagal, Kurt Russell, Wesley Snipes o el mismísimo Chuck Norris. Tuvieron sus motivos algunos de ellos o, simplemente, Stallone no incluyo a los otros en su lista.

Ahora, aparcado el proyecto de una nueva aventura de ‘Rambo’, Stallone se ha metido de lleno en el proyecto de una secuela de ‘Los mercenarios’ y ya busca carnaza. Y todo, claro está, porque en taquilla ha funcionado (ha recaudado más de lo que costó), porque el propio Stallone se lo pasa pipa haciendo cosas de estas y porque la crítica tampoco la ha hecho trizas excesivamente. De hecho, por ejemplo, en IMDB tiene una honrosa nota de 7,3 gracias a los internautas .

Con ‘Los mercenarios’, Stallone no ha engañado a nadie. Una cinta sin pretensiones, con ese regustillo a cintas de los 80, acción de videoclub y otros éxitos de productores como Menahem Golan y de productoras como la extinta Canon. Es alargada hasta el exceso la sombra de cintas como ‘Comando’ , ‘Delta force’, ‘Patos salvajes’…

Eso sí, la casquería, los miembros amputados, la sangre a bidones, los cuchillos decapita cabezas y los fusiles de 1.000 balas por minuto son propios del estilo que ya imprimió Stallone a su ‘John Rambo’, esa resurrección del héroe a base de acción salvaje, hiperbólica y salida de tono en muchos momentos.

En el caso de lo de Willis es algo que muchos han intentado. Que uno de los héroes de acción por excelencia se pase de bando. Ya lo hemos visto de malo (más bien un personaje gris) en la reivindicable ‘Estado de sitio’, de Edward Zwick, película que ganará más con el tiempo, y en la que Willis interpretaba a un general pasado de vueltas, patriotero hasta la médula. También hizo de malo en ‘Chacal’, ese ‘remake’ en el que Willis, asesino a sueldo, era perseguido por Richard Gere. Pero la mayoría lo preferimos de bueno y esperamos con ganas noticias de la quinta entrega de ‘La jungla’. Willis metido en harina en una nueva aventura del policía John McClane bien vale una quinta parte. Y si vuelve John McTiernan como director aún mejor.