Paul Greengrass vuelve a la carga con ‘Green zone. Distrito protegido’, un título en el que pone todas sus grandes actitudes como director al servicio de la acción pura y dura. Y decimos que vuelve a la carga porque ya se metió con ‘United 93’ en el fango de los hechos del 11 de septiembre. Esta vez no tira de actores poco conocidos como hizo en ‘United’ y pone al frente del reparto a uno de sus actores fetiche, el actor nominado al Oscar Matt Damon, el héroe de la saga Jason Bourne
que se mete aquí en la piel del subteniente del ejército estadounidense Roy Miller. Miller está destinado en Irak con la misión de encontrar las dichosas armas de destrucción masiva. Pero llegará un momento en el que nada es lo que parece.
La película está inspirada (que no basada) en ‘Vida imperial en la ciudad esmeralda: dentro de la Zona Verde de Bagdad’, escrito por el ex enviado del Washington Post en Bagdad Rajiv Chandrasekaran. Greengrass y Brian Helgeland, uno de los guionistas a los que más se recurre en este tipo de títulos, construyen un libreto lleno de acción, tiros, persecuciones, pero con trasfondo y tensión políticas. Una carrera contrarreloj en la que su protagonista quiere respuestas. Una buena mezcla entre ’24’, las aventuras del agente Jason Bourne y las escabechinas de guerrilla de ‘Black Hawk derribado’.
Junto a Damon un buen puñado de secundarios que cumplen con su cometido. Brendan Gleeson (‘Braveheart’), un sorprendente Greg Kinnear y Jason Isaacs, un actor que ya brilló de malvado ya brilló de malvado en ‘El patriota’ enfrentándose a Mel Gibson donde se salía por los cuatro costados.A pesar de que la película pierde algo de credibilidad cuando el personaje de Damon se acerca más a su Jason Bourne, ‘Green zone’ no pierde en ningún momento el pulso dramático gracias al buen trabajo de edición y al guión escrito por Brian Helgeland. Además, Damon le otorga al personaje de Miller de una ingenuidad de la que no hacía gala su Jason Bourne. Algunos críticos estadounidenses lo comparan al estilo que Jim Stewart imprimía a sus personajes.
Para la construcción de la historia, Helgeland y Greengrass consiguieron hablar con testigos, operarios que participaron en la búsqueda de las armas, con veteranos de guerra de Irak y ex agentes de la CIA. De hecho, el personaje de Miller se basa en uno real con el que habló varias veces Matt Damon para meterse aún mas en la historia.
Uno de los aciertos de la película está en la ambientación conseguida por el propio Greengrass y su diseñador de producción Dominc Watkins. Marruecos, Inglaterra y España se convirtieron de la noche en la mañana en el Bagdad en guerra. El arranque del rodaje tuvo lugar en enero de 2008 en Los Alcázares , en Murcia. La base aérea de la localidad murciana hizo las veces del destruido cuartel general de Inteligencia de Sadam Hussein y sirvió de decorado para el Palacio Republicano.
Greengrass consigue gracias al buen trabajo del diseñador de producción, al montaje y al uso de la cámara al hombro que nos creamos la historia incluso en aquellos momentos en los que el personaje de Damon se acerca a un superhéroe
de acción. En resumen, Greengrass y Damon siguen funcionando juntos.