Así comienza el relato:
“Mientras tenía sexo, yo lloraba y le rogaba que pare. Pero no escuchó y tapó mi boca con su mano; no podía respirar y lloraba, pero él me usó sin importarle y yo simplemente lloré. Tengo ocho años”.
Así comienza, digo, ‘Muy joven para estar casada, el mundo secreto de las esposas niñas’, un documental dirigido por la fotoperiodista Stephanie Sinclair y producido por el Centro Pulitzer en asociación con National Geographic.
En nueve minutos y medio se resume la cruel práctica, vigente hoy por hoy en numerosos países, en la que las niñas son obligadas a casarse con personas mucho mayores. Ghada, de ocho años, está casada con Saltan, de 33, y Tehani, también de ocho, está casada con Majed, de 25. Estos son dos de varios ejemplos que, según se asegura en el reportaje, serán cien millones en la siguiente década si no se hace algo.
De acuerdo con Anju Malhorta, del Centro Internacional de Investigación Sobre Mujeres, “la familia del hombre y el hombre hacen esto en parte porque creen que pueden amoldarla (a la niña) para que sea exactamente lo que quieren que sea. Existe el sentimiento de que de alguna manera se está criando a esta niña, que además es una esposa”.
Stephanie Sinclair, viajó durante ocho años a India, Yemen, Afganistán, Nepal y Etiopía para filmar el documental. Entrevistó a niñas casadas, otras que escaparon de la trágica situación y otras que sufrieron heridas más graves, como la deplorablemente famosa Bibi Aisha, a la que su esposo y padrastro le cortó las orejas y la nariz (fue portada de la revista ‘Time’ en agosto de 2010).
Participan también especialistas y hombres partidarios del matrimonio infantil. “Una buena esposa debe ser respetuosa de su nueva familia, porque ahora va a vivir con ella. No llamamos a una mujer ‘hermosa’ por su apariencia física, sino por lo bien que cuida la casa y a su esposo”, dice uno de ellos.
Aquí, un fotorreportaje de Stephanie Sinclair sobre el tema. Y a continuación, el vídeo.