Lo es la más larga ni la más dura. Tampoco la más antigua. Los ganadores no reciben premio económico alguno. Ni tan siquiera puntúa para los mundiales de la especialidad. Pero es la ultra trail que todo corredor de montaña sueña con hacer alguna vez. Es la Ultra Trail del Mont Blanc, la madre de todas las carreras de montaña.
La simple pronunciación de sus iniciales –UTMB- eriza el bello a todo corredor de montaña. Los de élite buscan en ella la victoria que les consagre definitivamente. El objetivo de los populares no es tan ambicioso. Pero igual de importante: terminar la prueba y lucir con el mismo orgullo que el campeón exhibe su trofeo esa palabra mágica que todo corredor anónimo anhela: finisher.
Los relatos de los corredores de élite hablan de velocidad y técnica, de rivales y tácticas. Los de los anónimos, de esfuerzo, sufrimiento y superación personal. Y todos, de una carrera única, mágica, de un recorrido sin parangón en torno a la montaña donde hace dos siglos comenzó el alpinismo: el Mont Blanc.
Nadie sabrá dar la razón por la que la UTMB es la carrera de referencia en esta dura modalidad deportivo. Pero todos se llenan la boca con adjetivos para definir una carrera que este año llega a su undécima edición y que no deja de crecer, ni en fama ni en participantes.
Los números de la prueba son abrumadores. Casi siete mil corredores –y sus acompañantes- se dan cita esta semana en Chamonix para participar en sus cuatro pruebas. La capital de los Alpes se convierte estos días en la meca de los corredores de montaña, cada uno con sus sueños y miedos. No hay otra prueba de montaña que reúna tantos participantes. Ni tantos voluntarios: cerca de 2.000. Sin olvidar otro de los elementos que hace de esta carrera un experiencia única: el público. Las cuatro carreras pasan por decenas de pueblos de Francia, Italia y Suiza en los que sus habitantes se vuelcan con los corredores. El presupuesto oficial de la prueba es 1,5 millones de euros.
La actual la The North Face Ultra Trail Mont Blanc no tiene nada que ver con la que se corrió por primera vez en 2003 sobre 155 kilómetros, con poco más de cien participantes y ganada por el nepalí Dachiri Dawa Sherpa. Hoy en día la UTMB incluye cuatro pruebas que suman siete mil corredores llegados de todo el mundo:
Ultra-Trail du Tour du Mont-Blanc (UTMB). Es la carrera original, la prueba reina. Son 168 kilómetros con salida y llegada en Chamonix sobre un circuito que rodea el Mont Blanc y tiene 9.600 metros de desnivel positivo. Participan más de 2.000 corredores.
Courmayeur-Champex-Chamonix (CCC). Comenzó a correrse en 2006 como alternativa ‘suave’ al UTMB. Tiene 100 kilómetros y 5.950 metros de desnivel positivo. Se disputó ayer y fue ganada por el español Arnau Juliá.
Sur les Traces des Ducs de Savoie (TDS). Se instauró en 2009 y recorre senderos históricos por Saboya y el valle de Aosta a lo largo de 119 kilómetros y con 7.250 metros de desnivel positivo.
La Petite Trotte à Léon (PTL). Fue la última en incorporarse a la UTMB, hace dos años. No es una carrera (no hay clasificación), sino una prueba de supervivencia y autosuficiencia para 80 equipos de dos o tres personas sobre un recorrido de 300 kilómetros y 24.000 metros de desnivel positivo por tres países y con un tiempo máximo autorizado para realizarla de 136 horas. El itinerario no está balizado, por lo que los equipos tienen que seguir la ruta indiucada por la organización en los mapas que le se les entrega en la salida.
La demanda para participar supera con creces el número de plazas. Sin ir más lejos, el año pasado las cuatro pruebas contaron con más de 10.000 preinscripciones en total (4.970 para la UTMB, 3.171 para la CCC y 1.862 para la TDS), además de 500 niños en las pruebas infantiles. Aunque las plazas se asignan por sorteo, la organización estableció hace años, ante la magnitud que estaba adquiriendo la prueba, un sistema de puntos que los aspirantes deben sumar para poder optar a la plaza de carrera. Esos puntos se obtienen acabando alguna de las carreras seleccionadas por la organización de la UTMB. Actualmente, la relación de carreras puntuables para la UTMB suma más de 1.200 a lo largo y ancho de todo el planeta. Solo en España hay 95 ultratrails puntuables.
La historia de la UTMB está estrechamente vinculada a los corredores de montaña españoles. Nombres como Kilian Jornet (tres victorias), Iker Karrera, Miguel Heras, Zigor Iturrieta Enma Roca o Nerea Martínez figuran en un palmares que suma 9 podios solo en las últimas cinco ediciones. Y todo apunta a que este año mantendrán el protagonismo. Entre la lista de 30 favoritos que facilita la organización hay tres españoles, los vascos Javier Domínguez y Zigor Iturrieta y el bejarano Miguel Heras, éste como máximo favorito al triunfo final, con el estadounidense Anton Krupicka y los franceses Seb Chaigneau y Julien Chorier como principales rivales.
En categoría femenina, la lista de españolas entre las 30 favoritas tiene nada menos que siete nombres: Luz Pérez, Maddi Arrazola, Berta Moreno, Jaione Sasieta, Silvia Trigueros, Emma Roca y Nuria Picas, con las dos últimas como claras aspirante a la victoria final.
Y para terminar aquí os dejo el vídeo oficial de la prueba.