Hoy voy rapidito que mañana tocan diana a las cinco para despedir a las figuras, que por cierto duermen ya desde hace un rato salvo Ferran, que calma los nervios aquí, junto a mí, escuchando buena música y chateando con la familia.
Jornada previa al día D, así que ha sido de preparativos y nervios. todo está ya preparado, pero da igual. Volver a hacer las mochilas, repasar las cosas una y mil veces calma los nervios. Quizá es un poco exagerado, pero la frase que ha dicho Nacho no está muy descaminada a lo que hemos vivido hoy en el campo base: “estas horas previas a salir son como las de un corredor de la muerte…”
Entre los pequeños detalles del día: los amuletos y las supersticiones. En esto la expedición se divide en dos. Nacho y Asier por un lado, que no suben nada personal a la cumbre, y Edurne y Ferran por el otro, que se llevan para arriba una bolsa cargada de fotos, estampitas, recuerdos, etc.
La mañana la han dedicado a terminar de hacer las mochilas, pero todo el día ha sido un continuo “¿Asier, has cogido esto? ¿Nacho, llevas lo otro? ¿Ferran, dónde está aquello? Insisto, yo creo que una forma de calmar los nervios, ya que todo está más que organizado. Por la tarde, después de la siesta, y teniendo en cuenta la diferencia de hora entre Nepal y España todos han dedicado el tiempo ha hablar con sus seres queridos. Habitualmente lo hacen delante de los demás, pero esta vez han sido conversaciones más privadas. Los alpinistas han buscado la intimidad más que nunca. Creo que no hace falta explicar los motivos. Yo he aprovechado también la tarde para acercarme al campamento de Juanito Oiarzabal y Unai Llantada y desearles toda la suerte del mundo. La merecen, aunque espero que no la necesiten.
Y por últirmo, tras la cena, en la que hemos brindado por el éxito de la ‘misión’, el doc se ha encargado de recordar que son un equipo, y como tal deben comportarse, que están perfectamente preparados para escalar el Everest sin oxigeno y que la verdadera cumbre, como en cualquier gran montaña, está en el campo base.
Para acabar os dejo unas cuantas frases que esta mañana han dicho los alpinistas durante las entrevistas que les hemos hecho los compañeros de la productora Arena y yo. Creo que reflejan la personalidad de cada uno de ellos.
Edurne:
“Sé que en estas horas previas estoy insoportable. Son muchas cosas y muchas personas las que te vienen a la cabeza”
“Tengo más miedo a esta ascensión que cuando subí la primera vez, hace diez años. Tengo miedo a la montaña, pero sobre todo tengo miedo al frío, a las congelaciones. Eso es lo que más me preocupa”
“Yo vengo a subir sin oxígeno. Por unas congelaciones no me voy enchufar”
Asier:
“En estos momentos previos en los que el corazón está muy caliente procuro tener la cabeza fría”
“Espero no necesitar chupar oxígeno, pero si lo tengo que hacer, no voy a tener problemas. Prefiero ir a Riglos a escalar con todos mis deditos que no poder ir”
“Estoy nerviosillo. Tengo el gusanillo sobre todo pensando en las horas que pasaremos en el Collado Sur y la salida hacia la cumbre”
“Sobre las congelaciones, buenos amigos escaladores me han dicho ‘Asier, ni una falange’, y desde luego no dudaré en darme la vuelta si no veo las cosas bien”
Ferran:
“Lo peor del Everest es que nunca sabes como estás hasta que empiezas a andar el día de cumbre”
“He estado 4 veces en el Everest y soy el único que sabe lo que se siente allí arriba sin oxígeno. Soy el más consciente de que las cosas pueden ir mal. Por eso los demás están tan contentos”
“Tengo miedo de no haber aclimatado lo suficiente, pero también tengo la sensación de que esta vez voy a subir. Es una cuestión de fe y de justicia de la montaña conmigo”
“Cuando abres la cremallera el último día, sales y das diez pasos, ya sabes si vas a subir. El Everest no es una cuestión de físico, sino de sensaciones”
Nacho
“Estas horas previas a partir hacia la cumbre son como las de los reos en el corredor de la muerte”
“Las sensaciones previas son parecidas en todos los ‘ochomiles’, aunque aquí un poco más nervioso sabiendo el compromiso que nos espera. Pero una vez que tiras para arriba te tranquilizas”