“Aquí hay -30ºC y voy vestido como un hombre Michelin, con los pies que debo masajear continuamente… Sin querer hacerme demasiado pesado, os garantizo que no es posible imaginar lo que significa estar aquí en este momento”. Así de expresivo se mostraba Simone Moro hace un par de días para explicar lo que está viviendo en el Karakorum, donde junto con el kazajo Denis Urubko y el canadiense Cory Richards intentan ascender por primera vez en invierno el Gasherbrum II.
Sus últimos movimientos en la montaña les han situado camino del campo 2 “en la cresta. Duro, frío y ventoso”, explicaba Urubko en un escueto msm. El primer intento de alcanzar el C2, la semana pasada, lo tuvieron que abortar después de emplear “ocho horas en cubrir sólo 250 metros de desnivel”, según informó Simone el viernes tras regresar al CB. Pese a todo, lograron pasar una noche a 6.000, donde registraron una temperatura mínima de -43ºC, en una nueva fase de su aclimatación.
Tras llegar al C2, su plan es retornar al campo base, aunque un enigmático comentario de Artur Hajzer, líder de la expedición polaca en el cercano Broad Peak, que están en contacto continuo por walkie con el grupo de Moro, ha podido desvelar el posible plan secreto del terceto del G-II: un ataque relámpago a cumbre en los próximos días. La frase de Hajzer fue “Simone y Denis puede conquistar GII de un momento a otro”.
Y a la espera de la confirmación de ese prematuro ataque a cumbre del grupo del G-II, Alex Txikon y sus compañeros está ya camino del campo base, que compartiran con Simono, Denis y Cory, ya que la proximidad del G-I y el G-II les hace tener el mismo CB. Alex llegó ayer a Skardu y hoy se ha reunido con sus dos compañeros de expedición, el austriaco Gerfried Göschl y el canadiense Louis Rousseau, en Paiju -puerta de entrada al glaciar Baltoro- para realizar la primera jornada de marcha sobre el glaciar.
En cuanto al potente equipo polaco en el Broad Peak, parece que las condiciones no están siendo tan malas teniendo en cuenta que estamos en invierno. Hajzer habla de -32 º C y apenas viento en BC y aproximadamente -50 º a 8.000 metros. El grupo, que se había dividido en dos para escalonar el trabajo, está ya al completo a los pies del Broad y han equipado la ruta con cuerdas fijas hasta el C2.
Y mientras continúa el trabajo duro en el Karakorum, el ochomil que seguirá otro invierno más sin ser escalado es el Nanga Parbat. Los dos jóvenes polacos que lo pretendían -Tomasz Mackiewicz y Klonowski Marek- han cancelado su expedición y se encuentran ya camino de Islamabad tras comprobar que su plan era inviable. Hace unas semanas, Sergey Tsygankov, otro alpinista ruso que intentaba escalarlo en solitario, también tuvo que abandonar por problemas médicos después de llegar hasta el campo 1.