El pasado 22 de mayo falleció de manera repentina en Zaragoza, su ciudad natal, el doctor veterinario Adolfo Aragüés Sancho, pionero y referente en la conservación y difusión de las aves y la naturaleza en Aragón, Tenía 77 años. Fue un gran amigo del también desaparecido Félix Rodríguez de la Fuente (1928-1980), con el que colaboró en el programa de TVE ‘El hombre y la tierra’ y al que invitó a visitar Aragón en los inicios de la protección de espacios como la laguna de Gallocanta (en 1963 ya intuyó su importancia, pero hasta 1972 no pudo trabajar en equipo) o las estepas de Belchite, de los que fue el impulsor y principal valedor. Gracias a su perseverancia podemos disfrutar de valiosos y hermosos espacios protegidos que estarían perdidos: Gallocanta, Ordesa, La Lomaza de Belchite, Sariñena, Los Galachos de Juslibol y La Alfranca... entre otros tesoros del patrimonio natural aragonés.

Adolfo Aragüés se licenció en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza, con una tesis que versó sobre ‘La alondra de Dupont en la región aragonesa’. Luego fue inspector veterinario en la Comunidad Autónoma. Fue el primer aragonés en afiliarse en 1957 ala Sociedad Española de Ornitología (SEO), de laque fue presidente nacional entre 1984 y 1987. En 1967 formó el Grupo Zaragoza de Ornitología, que sirvió de núcleo para la constitución en 1975 del Grupo Aragonés de la SEO.

Destacaba por la pasión que ponía en la defensa de la naturaleza y en su forma didáctica a la hora de difundirla. Su labor pedagógica abarcaba desde el grupo de anillamiento de aves (en Gallocanta llegó a marcar 30.000 pájaros), del que fue su creador e impulsor, hasta el programa ‘Aragón y su naturaleza’ que estuvo en antena durante muchos años en Radio Zaragoza.

Colaboraba en numerosas publicaciones y fue autor, entre otros, de los libros ‘Naturaleza, ornitólogos y pajareros (50 años de la SEO en Aragón)’, compendio de su trabajo y trayectoria, y de ‘Fauna de Aragón. Las aves’, con Javier Lucientes.

El año pasado (2009) le pusieron su nombre al Centro de Interpretación de las Estepas del Valle del Ebro, en homenaje a un «ferviente defensor de la naturaleza, por su lucha a favor de la protección de las estepas del Campo de Belchite, y para que su entusiasmo sin límites por las aves, la naturaleza y las tierras de Aragón, continúe contagiando cada vez a más gente».