Ayer hablaba de las expediciones vascas que han ido al Manaslu. Hoy voy a detenerme un poco más en una de ellas, la que comanda Juanito Oiarzabal, que cuenta con una curiosidad que creo que se ha dado pocas veces en un ochomil.
Y es que cuatro de sus miembros pertenecen a una misma familia: Benjamín Ruiz de Infante, un viejo compañero de aventuras de Juanito Oiarzabal, con el que subió el Makalu en 1995, es el patriarca. Luego está su hijo, Íñigo Ruiz de Infante, y dos de sus sobrinos: Lander Arrue, de 29 años y jugador de rugby, y Estitxu Salinas Ruiz de Infante.
Inicialmente, el proyecto era intentar ascender al Cho Oyu, considerado el ochomil más sencillo, pero las restricciones impuestas por el Gobierno chino les obligaron a cambiar de planes y decidirse por el Manaslu.
Si logran hollar la cumbre, será el bautismo ochomilista para los tres jóvenes, aunque para la que más sentido simbólico tendrá la cima sería para Estitxu, que a sus 28 años se convertiría en la primera alavesa en alcanzar un cima de más de ochomil metros.
De izquierda a derecha, Íñigo, Estitxu, Benjamín y Lander.