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Actividad intensa en el Karakorum

La temporada avanza en el karakorum y la actividad se intensifica en sus cuatro ochomiles… y en el ‘casi’ ochomil Gasherbrum IV.
Por empezar por el final, la expedición que encabeza Alberto Iñurrategi en el G-IV vela armas para el ataque a cumbre (Alberto aborrece esta expresión, al igual que la de ‘ventana de buen tiempo’, pero se han convertido ya en latiguillos periodísticos cuyo uso estoy seguro que me sabrá perdonar).
El sábado hablé con él por el teléfono satélite (realmentre sigue asombrándome esto de la tecnología: yo en el salón de mi casa y él en medio del glaciar, como si fuera una calle de su pueblo, con un aparato un poquito más grande que un teléfono móvil convencional, porque encima le pillé volviendo de dar un paseo hasta Concordia) y me contó que todo está ya todo preparado para salir hacia la cumbre en cuanto los partes meteorológicos anuncien varios días de buen tiempo (lo dicho, la ‘ventana’ de marras).
Me comenta que necesitan como mínimo tres días perfectos, sin nubes ni viento. Porque hasta le campo 2 pueden subir con meteorología algo inestable, pero que a partir de ahí, en cuanto sales a la arista, necesitan días despejados y, sobre todo, sin viento, porque allí arriba están muy expuestos. Y luego está la travesía entre las dos cumbres. No muy larga ni pendiente, pero delicadísima ya que se trata prácticamente del filo de una navaja. “Ninguna de las expediciones que han subido hasta ahora han podido hacer el recorrido desde el campo 4 en una sola jornada. Todas han tenido que vivaquear en algun punto cerca de la cima secundaria. Así que sería un poco pretencioso pensar que nosotros lo podríamos lograr. Por eso hemos hechos todos los planes y vamos a llevar el equipo necesario pensando en tener que hacer un vivac”.
Los partes meteorológicos de la semana pasada anunciaban buen tiempo a partir del martes, pero querían esperar al de hoy para confirmar ese pronóstico. De confirmarse, su plan sería partir mañana hacia el campo 2 para a partir del martes salir a la arista, subir al campo 3, que también tienen instalado, y al día siguiente al cuatro, que montarían sobre la marcha. Y de allí a la cumbre, con el más que probable vivac de por medio antes de retornar al C-4.
Y antes de concluir la conversación con los consabidos mensajes de suerte y prudencia le hice una pregunta:
-Alberto, ¿te podré llamar cuando estéis por arriba? ¿Vas a llevar el teléfono?
-Uffff, para nada. !!Pesa demasiado!!
Así que, como dice el refrán, la ausencia de noticias será la mejor noticia. Hasta que estén de vuelta en el campo base.

Alberto Zerain aclimata en el K2

El grupo que intenta el G-IV no son los únicos vascos en el Karakorum.También esta por aquellas tierras Alberto Zerain, con un ambicioso proyecto en el que va a intentar ascender el Broad Peak y el K2. De momento está en el proceso de aclimatación en el Broad, aunque el otro día varió sus planes y se fue hasta el K2. Su objetivo fue aclimarar en la vía de los Abruzzos del K2 porque los tramos bajos del Broad se encontraban muy peligrosos debido a la acumulación de nieve.
Así que dicho y hecho. Se cogió la mochila y se fue al CB del K2 (distante apenas cuatro horas del del Broad) y al día siguiente tiró para arriba ¡¡con una mochila de 20 kilos a la espalda!!, ya que aprovechó para hacer un depósito de material.
Pero el esfuerzo mereció la pena, tras pasar dos noches en altura (una en el C-2 y otra en el depósito de material que hizo a 7.000 metros) regresó al CB del Broad con los deberes más que hechos y la aclimatación completada. Así que su objetivo será la cumbre en cuanto el tiempo lo permita, que intentará con el resto del grupo, en el que se encuentra el también alavés Aitor Las Hayas.
Otro sin embargo, ya han hecho los deberes. es el caso de los asturianos Jorge Egocheaga y Rafael García Belderraín y el zamorano Martín Ramos, que hace uns días alcanzaron la cima del Gasherbrum II. Este ochomil es el noveno para Jorge Egocheaga quien se se encuentra ya en el campo base del K2 ya que tiene la intención de hacer doblete, algo que parece estar de moda esta temporada en el Karakorum.
Algunos no es sólo el doblete lo que buscan, sino que han conseguido incluso el triplete: G-I, G-II y Broad. Este es el caso del eslovaco Dodo Kopold, que en menos de un mes (lleva 6 ochomiles en 15 meses) ha ascendido el G-I, G-II y Broad, aunque en este último pagaba un alto precio al perder camino de la cumbre, en los tramos altos de la montaña y debido al mal tiempo, a su compañero de cordada Vlado Plulik, quien tras varios días de búsqueda por varios equipos de rescate ha sido definitivamente dado por muerto. El nombre de la expedición de los dos eslovacos era Baltoro Express y se habían marcado como objetivo ascender en una misma temporada los cuatro ochomiles del Karakorum. A Kopold sólo le quedaba el K2, aunque tras la muerte de su compañero ha decidido renunciar a él.

Por Fernando J. Pérez e Iñigo Muñoyerro

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