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El hundido de Armallones

Prosiguiendo con el paseo por la Alcarria de Guadalajara nos acercamos a Ocentejo, en la orilla del Tajo, para visitar el desfiladero llamado el Hundido de Armallones. Se encuentra en una de las zonas más agrestes del curso de este gran río y recibe el nombre de Armallones de otro pueblo, que está a 10 kilómetros, y de donde sale una pista que lleva a la zona alta de los cortados.
El Hundido es espectacular y reciente. En el siglo XVI, el terrible terremoto que asoló Lisboa se sintió en toda la península y también en el Alto Tajo. Produjo el hundimiento y caída sobre el cauce de un estrato, desviándo el flujo del agua. En la actualidad el río sigue un curso donde se intercalan los rápidos con los remansos, en un paraje tranquilo, sólo frecuentado por los turistas, en verano, y los pescadores, en temporada de trucha.
Es un cañón protegido por farallones de hasta 300 metros de altura, en un mar de pinos y encinas sobre el que vuelan las águilas y los buitres. Es tan grande que con un poco de cuidado es posible caminar durante todo el día sin ver a nadie, salvo animales: corzos y ciervos.
De Ocentejo (Caseta de información en temporada veraniega), parte una pista bien indicada que a lo largo de 5 kilómetros sigue la orilla del Tajo hasta otro rincón mágico: Las salinas de La Inesperada. Funcionaron hasta los años 50 del siglo XX. Durante la guerra estuvieron frecuentadas por los maquis, que como nos contaba un paisano de Solanillos del Extremo, un pueblo cercano a Cifuentes, «robaban todo lo que pillaban, pero no mataban».
En la actualidad tanto las eras, como la casa de la sal están abandonadas y arruinadas. Un kilómetro más arriba está el almacén de sal. Se vuelve a Ocentejo por el mismo camino, hasta completar 10 kilómetros de un paseo que nunca se hace agobiante, entre otras razones por el rumor del agua y las numerosas ardillas que nos acompañarán en camino.
Hay fuentes en Ocentejo, a mitad del recorrido y La Inesperada. En este punto el agua es salobre.

Por Fernando J. Pérez e Iñigo Muñoyerro

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