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Mila bederatzieun ta lenengo urtian

Con esas palabras comienza una canción popular oriotarra, muy conocida entre nosotros desde que Benito Lertxundi la grabase hace ya unos años. En la canción se narra la historia de la caza de la última ballena de cuya aparición en la costa vasca se tiene noticia. Tras su avistamiento, frente a la barra de Orio, a las nueve de la mañana del 14 de mayo de 1.901, la ballena fue arponeada por los arrantzales que partieron a darle caza en cinco traineras. La canción cita a los cinco oriotarras que patroneaban las traineras y también hace una detallada descripción de la ballena, dando las medidas de longitud, anchura y peso, y llegando a precisar incluso el precio, -seis pesetas la tina-, a que fue vendida (la letra completa, en castellano y en vasco están al final de la entrada).

Aunque ya hace más de un siglo que los vascos no se dedican a cazar ballenas, en el pasado esta actividad tuvo importancia económica para los pueblos de la costa. No sólo los vascos; son varios los pueblos que han vivido de la caza de ballenas y, aun hoy, rusos, noruegos y japoneses siguen teniendo su flota ballenera.

Aunque la carne de ballena es una carne apreciada en algunos paises, el producto del que históricamente se obtenía mayor rentabilidad era el aceite, o grasa, porque de un único ejemplar pueden extraerse grandes volúmenes. Todos los mamíferos marinos acumulan grandes cantidades de grasa subcutánea. Esa grasa puede jugar el papel de reserva energética, por supuesto, pero su principal función no tiene nada que ver con esa condición. La grasa subcutánea que acumulan los mamíferos marinos ejerce, ante todo, el papel de aislante térmico.

Las tres vías o los tres modos mediante los que pierden calor los animales son la radiación, la conducción y la evaporación. Pero los animales acuáticos sólo pierden calor por conducción, esto es, por transferencia directa de calor. Por otra parte, el agua conduce el calor mucho mejor que el aire, razón por la cual los animales acuáticos pueden llegar a perder grandes cantidades de calor si el medio externo está más frío que el organismo.

En el caso de los homeotermos, casi todas las masas de agua naturales del planeta están más frías que ellos, y esa diferencia es enorme si los animales en cuestión viven en las zonas circumpolares. Se da la circunstancia de que en esos mares habitan abundantes ejemplares de algunas especies de mamíferos marinos. Entre ellos se encuentran las ballenas, y no es casualidad que haya tantos ejemplares. Por un lado, son aguas muy productivas y, por el otro, se encuentran muy bien adaptados a vivir en esas aguas tan frías. Y el hecho es que el principal elemento que les permite adaptarse y medrar en aguas gélidas es, precisamente, el magnífico aislamiento térmico que les proporciona la abundante grasa subcutánea que acumulan.

Desgraciadamente, el 14 de mayo de 1901 ningún oriotarra se acordó de llevar la cámara de video y grabar las imágenes de la caza frente a la barra. Por eso he recurrido a otra caza épica de ballena, de la más universal de las ballenas:


Aquí tienes la letra completa de la canción (más adelante va la traducción):

Balearen bertsoak
(Herrikoia)

Mila bederatzieun da
lenengo urtian
Maiatzaren hamalau
garren egunian
Orioko herriko
barraren aurrian.
Balia agertu zan
beatzik aldian.

Haundia ba zan ere
azkarra ibilian.
Bueltaka han zebilen
juan da etorrian.
Ondarra arrotuaz
murgil igarian.
Zorriak zeuzkan eta
haiek bota nahian.

Ikusi zutenian
hala zebilela
beriala jun ziran
treineruen bila.
Arpoi ta dinamitak
eta soka bila.
Aguro ekartzeko
etzan jende hila

Bost treinero juan ziran
patroi banarekin.
Mutil bizkor bikainak
guztiz onarekin.
Manuel Olaizola
eta Loidirekin.
Uranga, Atxaga ta
Manterolarekin.

Baliak egindako
salto ta marruak
ziran izugarri ta
ikaratzekuak
atzera egin gabe
ango arriskuak
arpoiakin hil zuten
han ziran hangoak.

Bost txalupa jiran da
erdian balia
gizonak egin zuten
bain nahiko pelia.
Ikusi zutenian
hila edo itoa
legorretikan ba zan
biba ta txaloa.

Hamabi metro luze
gerria hamar lodi
Buztan palak lau zabal
albuetan pala bi.
Ezpainetan bizarrak
beste ilera bi
orraziak bezala
ain zeuzkan ederki.

Gorputzez zan mila ta
berreun larrua.
Beste berreun mingain
ta tripa barruak.
Gutxi janaz etzegon
batere galdua.
Tinako sei pezetan
izan zan saldua.

Gertatu bat jarri det
egiaren alde.
Hau horrela ez bada
jendiari galde.
Bihotzez pozturikan
atsegintsu gaude.
Gora oriotarrak
esan bildur gabe.

Aquí la traducción al castellano:

Los versos de la ballena
(Popular)

En el año de
mil novecientos uno
el día catorce de mayo
delante de la barra de Orio
apareció, a eso de las nueve,
una ballena.

Si bien era grande,
se movía ágilmente,
Ahí andaba a vueltas
yendo y viniendo
removiendo la arena al sumergirse,
pues tenía piojos
y trataba de deshacerse de ellos.

Enseguida que vieron
que así andaba
fueron en busca
de las traineras,
de arpón, dinamita y sogas.
Para traerlo rápido
no era gente adormecida.

Fueron cinco traineras
cada una con su patrón.
Con hombres adiestrados
y fornidos.
Con Manuel Olaizola, Loidi,
Uranga, Atxaga y Manterola.

Los saltos y gritos que daba la ballena
eran inmensos y temibles
sin que les amedrentaran
aquellos riesgos
la mataron con el arpón.
¡Ay de lo que allí sucedió!

Rodeando a la ballena
cinco chalupas.
Dura pelea la que libraron
aquellos hombres.
Cuando la vieron
muerta o ahogada
desde tierra
se oyeron vivas y aplausos.

De largo doce metros,
la cintura, diez de grueso.
La pala de la cola cuatro de ancho
a los lados, dos palas.
En los labios, las barbas
tenía en dos hileras;
tan bien ordenadas
como un peine.

Mil doscientas arrobas
tenía el cuerpo.
Otras doscientas la lengua
y el contenido de las tripas,
por falta de comer
no estaba perdida.
A seis pesetas por barril fue vendida.

He contado lo que ocurrió
en favor de la verdad.
Preguntad a la gente
si no fue así.
Estamos satisfechos
de corazón.
Decid sin miedo
vivan los oriotarras.

Por Juan Ignacio Pérez

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