Me gusta el fútbol pero no soy seguidor del Athletic. ¿Son compatibles lo uno y lo otro? En cualquier caso, el domingo, aprovechando que la Sexta emitía gratis el partido, aposté fuerte y decidí verlo entero. La experiencia no fue muy positiva. El partido fue un “pim-pam-pum” y sólo un contragolpe fulgurante de Diego Milito y Oliveira, junto a la cabezonería de Sergio García, sobresalió sobre la mediocridad imperante.
Son tres años ya los que el Athletic lleva coqueteando con el descenso y no puede ser casualidad. Se pensaba que este año, con los fichajes y la llegada de Caparrós, la angustia daría paso a mejores tiempos. Nada de nada. Sólo Iraizoz ha convencido y está lesionado. Sobre Del Horno, imagino que la directiva estará preparando una oferta mareante al Valencia para hacerse con su ficha, porque ante semejante rendimiento… Koikili hace lo suyo, defender y tratar de no cometer errores de bulto (a pesar de ello, el alborotado Sergio García le volvió loco). De Iñaki Muñoz puedo decir lo mismo que de David López: no les seguí en Osasuna y aquí no han mostrado nada en especial. Y Aitor Ocio, el nuevo Kaiser de la defensa, parece creer que tiene bula para gritar a árbitros y contrarios. Así le va.
Desde mi punto de vista, cuanto antes se dé cuenta la afición de que sus rivales ya no son el Atlético o el Valencia, sino que tiene que vérselas con Murcia, Levante o Recreativo, más preparada estará para afrontar la situación. El presente es oscuro y el futuro no pinta mucho mejor dado que de la cantera no se espera ninguna gran aportación. Productos como Amorebieta (sigo sin saber qué le ven algunos; a mí me parece malísimo) no solucionan nada. Así las cosas, la pregunta a plantearse quizás no sea cuándo se volverá a viajar por Europa, sino si el equipo sería competitivo en segunda.