No sé que imán tienen las cumbres nevadas pero el domingo pasado el Gorbea registró una de esas masivas jornadas de montaña. Sol y nieve es la fórmula perfecta para que centenares de montañeros se pongan las polainas, los esquíes, y todos esos artilugios pensados para caminar por el blanco manto sin quedar enterrado en él. No soy habitual, pero encontré los compañeros perfectos para atreverme.

A las 9 de la mañana en Gopegui el termómetro del coche marcaba -12 grados. Lo primero que pensé era que si frenaba el hielo que no veía me mandaría fuera de la carretera. Así que iba despacio. Me asusté cuando tres ciervos cruzaron la carretera delante de mis ojos. Como frene, me la pego, pensé. Los ciervos no querían problemas y pasaron como alma que lleva el diablo. Qué paradoja. Los hombres se suben al monte con la nevada y los animales bajan a los pueblos.

La carretera de Murua a las canteras estaba complicada asi que decidimos aparcar en el pueblo y subir a pie hasta arriba. Fueron 3 kilómetros más de ida y 3 más de vuelta. La luminosidad del día nos hacía presagiar una excelente jornada montañera y así fue. El robledal, el hayedo, las canteras, las presas, la cueva de Zubialde, el bosque de ribera de este río presentaban un aspecto inusual. La nieve multiplica los problemas, pero también multiplica la belleza del paisaje.

Poco después de las 12.30 llegábamos a la cruz con sus carámbanos colgados en horizontal. Antes tuvimos que sufrir las inclemencias de una fuerte ventisca. Si la ascensión era invernal no podía ser de otra manera. Cuando te golpeaba la nieve en la cara los copos helados parecían clavos. Un par de fotos, mirar el paisaje alrededor y corriendo al refugio de la senda de Murua. ¡las manos se congelaban al partir el queso! Lo mejor, una taza de café del termo. Sobre las 4 de la tarde llegábamos a Murua.

Conclusiones: Nunca harás una ascensión invernal en solitario. Fueron cientos y cientos los que llegaron hasta arriba. Vale la pena, desde arriba la belleza de la tierra es superior, especialmente en una gran nevada.