Hoy es un día histórico para Vitoria y Álava. Comienza un reinado verde durante un año, un reconocimiento a una trayectoria de casi 30 años en el camino de la sostenibilidad, basado en un trabajo de siglos porque lo de Vitoria green no es de ayer ni de antesdeayer, viene de cuando Sancho el Sabio gritó ‘cierra la muralla’, en 1181. Se pueden decir muchas cosas. Si tienen la oportunidad de leer el suplemento de 80 páginas creo que van a disfrutar de un denso contenido, de los porqués, de los retos, de lo que se ha hecho bien a costa de mucho esfuerzo y, a veces, lágrimas. Este título de Capital Green no viene del cielo ni es una conspiración política. Hablen algún día con los gurús del ecologismo y verán que todos miran a Vitoria con asombro. El mismo que sentimos ante una de las fotografías del suplemento -con un diseño y unos dibujos de Cerrajería que quitan el hipo, sin olvidar a Quintas y su trabajo fotográfico-. Es del gran Arambarri y muestra un zorro que se va a comer una focha en unos segundos. ¿Es la taiga siberiana, es el paisaje eternamente blanco de Alaska, es una imagen robada a un National Geographic?. No, señores, es Salburua nevada, a 2,5 kilómetros de la Virgen Blanca una mañana de invierno de cualquier día. Es Vitoria, un lugar donde la vida salvaje se cuela en nuestro salón de estar todavía. Hay mucho que hacer. Pero hoy toca disfrutar. Mirad al zorro. El nos muestra el camino verde.