Las temperaturas y hasta el calendario nos pueden despistar pero la tierra no engaña: la primavera ya ha llegado. La anuncian, además de los grandes almacenes, dos plantas pregoneras que se anticipan a las demás. Los narcisos amarillos que podemos ver en campas como las de Olárizu y las flores rosas de los cerezos japoneses que tanto abundan ahora en nuestras calles, avenidas,plazas y jardines. El país del sol naciente hace una gran fiesta durante la floración de estos árboles, aunque en estas fechas no están para celebrar. Nos enseñan tantas cosas…..y también en jardinería han sabido sacar todo el provecho a sus cerezos rosas que han esparcido por todo el mundo.
La jardinería es un arte religioso en Japón. Les ayuda a meditar, a contemplar. Es un valor cultural tradicional extendido en toda la población. Aquí es algo de minorías, pero ilustradas, porque Vitoria, por ejemplo, puede presumir de sus jardines.