Hace unos días Fernando Savater en un homenaje póstumo al jesuita Antonio Beristain, recientemente fallecido, utilizó el término justo y una referencia a Borges para calificar a este hombre. Me fui directo al poema del argentino y descubrí esta joya que no había leido nunca. Sólo el primer párrafo podría contentar mi inclinación por la naturaleza. Por si alguien no lo conoce, ahí va. Pura obra de arte
Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire. El que agradece que en la tierra haya música. El que descubre con placer una etimología. Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma. Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto. El que acaricia a un animal dormido. El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho. El que agradece que en la tierra haya Stevenson. El que prefiere que los otros tengan razón. Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.