Hay pueblos y rincones que no aparecen en las guías turísticas porque aparentemente no tienen un monumento señalado o un atractivo especial. Ocure mucho en el Condado de Treviño. Yo os invito a conocer Pangua y la ermita de San Formerio. Su entorno está recogido en el catálogo de espacios relevantes del Gobierno vasco.
Por
Pangua es un pueblo con una gran plaza. Llama la atención la torre de la iglesia muy robusta y completamente exenta del edificio. La abundancia de maquinaria agrícola y de pabellones hace notar el peso que ha tenido la agricultura. Destacan varios edificios con escudos y construidos con porches.
Desde Pangua se encarama hacia la ermita de San Formerio una carretera asfaltada bordeada de bosques de quejigos. El conjunto religioso dedicado al patrón del Condado es un gran observatorio. El paisaje del Condado de Treviño es espectacular desde arriba, una panorámica de toda la comarca: una pequeña y boscosa región natural de poco más de treinta kilómetros de largo por quince en su parte más ancha, que aparece regada por el río Ayuda y sus afluentes. A los pies del viajero se distribuyen dispersos en un accidentado relieve de cerros, lomas, hoyadas, valles, altozanos, barrancadas, picachos, llanos, secarrales y umbrías, y como en un gigantesco mosaico, los cerca de cuarenta lugares habitados con los que cuenta el Condado.
Un lugar tan estratégico desde el que se controlan los caminos hacia
Durante la invasión francesa hubo un puesto permanente de las tropas de Napoleón. Por supuesto, fue un importante lugar de control de las tropas carlistas . Aquí comenzó lo que se denomina
San Formerio es el patrón de Treviño y e la única solemnidad religiosa a la que acude el Ayuntamiento de Treviño en corporación. La fiesta se celebra el 25 de septiembre. Los mozos de Pangua y de San Esteban tienen derecho al primer baile.
San Formerio fue un mártir de Capadocia degollado el 25 de septiembre de 318. Cuentan que llegó a Pangua en una yegua y a una legua de
Pero lo que más me gusta es la naturaleza
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