Poco más se puede decir de la nueva tragedia que se está viviendo desde hace unos días en Haití. Miles de muertos, desaparecidos, heridos, familias destrozadas, huérfanos…
Hoy he leído en un diario que “los barrios ricos de Puerto Príncipe casi han salido indemnes del terremoto” y, aunque me alegro tremendamente por las personas que viven allí, la noticia también me ha entristecido.
¿Qué hubiera pasado si este terremoto hubiera sacudido Japón o California? Es probable que las consecuencias hubieran sido la mitad de la mitad…
Pobreza extrema. Esto es lo que ha causado la tragedia. Pobreza de la cual, en mi opinión, somos culpables todos.
Durante estos días, todos o casi todos, habremos hecho ya una donación para ayudar pero…Dentro de unos meses, ¿nos acordaremos de Haití? ¿Nos acordaremos de las miles de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, a tan sólo unos kilómetros de las playas paradisíacas en donde cientos de personas estarán de vacaciones en un hotel “todo incluido”?.
No quiero caer en la demagogia barata pero esto es una realidad palpable. Sólo nos acordamos de las tragedias humanas cuando nos bombardean desde los medios de comunicación. Dentro de una semana, pasará algo nuevo en el mundo y, desgraciadamente, nos olvidaremos de Haití.
Por eso, quiero proponer a El Correo y a elcorreodigital.com, crear un espacio en sus diarios en donde, de alguna manera y de forma habitual, se nos recuerde que existen otras personas que siguen necesitando de nuestra ayuda. Un espacio que nos recuerde que hay algo más allá que nuestro primer mundo. Un espacio que sirva para que no caigamos en el olvido.