El presidente del PP del País vasco, Antonio Basagoiti, debería contar hasta diez antes de soltar todo lo que se le pasa por la cabeza… Está bien que diga lo que piensa pero, en mi opinión, tendría que pensar más lo que dice. A veces, me da la sensación de que su ímpetu juvenil ‘popero’ le juega una mala pasada… A veces creo que estoy oyendo a un adolescente.
Comentarios como el que hace sobre Mons. Uriarte me parecen del todo injustos y desproporcionados. Decir que con su salida Batasuna “pierde el apoyo eclesial” y el PNV “el puente con lo peor de Batasuna” es sensacionalista y, en mi opinión, falso.
Es más, afirmar categóricamente que no tiene “ninguna duda” de que, al cambiar de obispo en San Sebastián, “Batasuna va a perder una de sus patas y una de sus legitimaciones y que va a perder la colaboración eclesial de un obispo” me parece una falta de sentido común y una tremenda estupidez.
En su día, el PP ponía en tela de juicio las críticas del PNV contra Munilla… y resulta que hoy hace exactamente lo mismo con Uriarte.
Pensándolo bien, creo que lo mejor sería que todos los políticos (PP, PNV, PSOE, etc…) aprendieran que una cosa es la política y otra la religión! Que muchas veces callar es de sabios! Que la política vasca no es el ombligo del mundo! Que los políticos no tienen que hablar de todo! Que no son el centro del universo!!
En definitiva, que hay muchas decisiones en la vida, en las que se tienen en cuenta otros parámetros… no políticos.