‘Avatar’ es una película muy bonita.

Hala, ya está.

¡Ah! ¿cómo? ¿Que queréis más? Pues la verdad es que no hay gran cosa que contar. De hecho es lo que debió de pensar James Cameron: “eh, chicos. La verdad es que no hay gran cosa que contar, pero como lo vamos a hacer con un sistema 3D que se va a a cagar la burra no importa demasiado“. A ver, no es que en este blog tengamos nada contra las películas descerebradas de entretenimiento puro y duro, precisamente. Al contrario. Pero es que, francamente, ¿tanto costaba pulir un poco la historia?

‘Avatar’ es básicamente ‘Pocahontas’ en el espacio. Para ser muy precisos es ‘Un hombre llamado caballo bailando con Pocahontas en el espacio’. Ahí se resume un argumento que ocupa nada menos que dos horas y media, queridos amigos, dos horas y media. Los personajes son tan arquetípicos que pueden describirse con una sola palabra:

Prota

Militar

Empresario

Científica

Nativa

Jefe

Chamán

…y así todo el cast. Si practicáis la asociación libre de ideas, esa gran aportación científica del psicoanálisis, descubriréis cómo son los protagonistas de ‘Avatar’ con solo recitar la lista de aquí arriba.

Y ahora pasemos a lo que (parece que) importa: ¡El espectáculo! ‘Avatar’ es apabullante. ¡Tanto que a veces se te olvida respirar! El diseño de producción roza lo nunca visto y la sensación de estar en un mundo alienígena se transmite a la perfección. La historia está bastante bien contada (sólo faltaría ¡es James Cameron!), aunque en ese sentido es una película bastante inferior a ‘Terminator’ o ‘Aliens’. Como esto es ‘Puños fuera’, cabe destacar los ‘mobile suits’ que utilizan los marines malotes que -¡esto es lo que más nos gustó!- se pilotan con un sistema de emulación de movimientos calcado al de los mechas de ‘Robot Jox‘ (!!!!). Llama la atención que no parecen estar muy bien blindados, por otra parte. Varios son abatidos con flechas y lanzas (!). Supongo que los deben de fabricar los mismos tipos que construyeron los AT-ST que los Ewoks eran capaces de destruir con dos putos troncos en ‘El retorno del Jedi’. Por cierto, Rafa Marín ha establecido un paralelismo muy acertado entre ‘El Retorno…’ y ‘Avatar’. Recomendamos su reseña, mucho más reflexiva que la nuestra, dónde va a partar.

Conclusión: Merece la pena verla sólo por el espectáculo.

Reflexión especulativa: ¿Cómo sería una adaptación de ‘Pórtico’ con esta tecnología 3D?