Gracias a Dios no soy la Gran Enciclopedia Humana de los Transformers. Me gustan y me lo paso en grande con ellos, pero mi vida no gira en torno a la guerra infinita entre Autobots y Decepticons. Así que cuando voy a una librería de tebeos –Joker – siempre hay algún cómic de los Transformers que me sorprende porque normalmente no suelo tener ni la más remota idea de su existencia. Ya sé que esto es pecado mortal para muchos transfans, esos que conocen al dedillo todas las continuidades y avatares de estos robots, pero qué le vamos a hacer, yo todo esto lo quiero para divertirme, no para establecer un credo o montar un concilio canónico sobre el asunto.
Todo este rollo sirve para explicar que me llevé una alegría al descubrir la existencia de ‘Transformers Evolutions: Corazones de acero’, de Chuck Dixon y Guido Guidi (publicado por Norma ), tebeo que al parecer debe de ser conocidísimo en el mundillo de seguidores de Optimus y compañía. Pues yo no tenía ni idea, oigan. Mejor, porque he disfrutado como un bellaco con esta historieta. De entrada, el planteamiento es de lo más goloso: ¿Qué pasaría si los Transformers hubieran aparecido a finales del siglo XIX, en plena revolución industrial? ¿Cómo serían? ¿Qué harían?
Dixon y Guidi ofrecen la respuesta en ‘Corazones de acero’, originalmente publicado en USA en 2006 , en cuatro entregas, por IDW . La historia presenta una continuidad alternativa del universo G1, respetando la premisa original de que los Transformers fueron ‘ancient astronauts’ llegados a la Tierra en un pasado remotísimo. Tras una primera guerra prehistórica tirando a jurásica, Autobots y Decepticons se desactivan al llegar una glaciación. Un día, miles de años después, los Autobots reviven para descubrir que el planeta ha cambiado y que hay una especie dominante llamada ‘hombre’ que ha desarrollado una tecnología basada en el vapor, «sencilla pero muy eficaz», como aprecian los propios cybertronianos. La accidentada prueba de un prototipo de submarino reactiva a los Decepticons. Una vez más, el conflicto está servido.
‘Corazones de acero’ es una revisión muy original de la guerra entre Autobots y Decepticons, repleta de detalles de época -como ese cameo de Julio Verne-, personajes estupendos -¡Mark Twain, nada menos!- y un ambiente que recuerda mucho a las primeras viñetas de ‘El hombre del puño de acero’, de la serie del Teniente Blueberry de Charlier y Giraud, con el avance desaforado de las líneas ferroviarias como la Union Pacific hacia el Oeste. El tebeo no detalla exactamente el momento en el que transcurre la acción, pero debe der ser hacia 1867-1870, de tal modo que las formas alternas de los Transformers son todo tipo de locomotoras, vagones y maquinaria a vapor. Shockwave, por ejemplo, se transforma en uno de aquellos maravillosos acorazados fluviales que se fabricaron durante la guerra civil estadounidense. Ni Optimus Prime ni Megatron aparecen en la historia. Bumblebee, cuya forma alternativa es una locomotora de maniobra amarilla, y Starscream -transformable en un anacrónico artilugio a medio camino del que tripulaba Robur el Conquistador o los aviones del pionero Clement Ader – lideran a las respectivas facciones, entre asaltos a diligencias, trenes blindados de la Unión, dirigibles y paquebotes del Mississippi. En fin, una delicia si te gusta la estética fabril del siglo XIX, repleta de remaches, émbolos y chimeneas. El único defecto de este tebeo es su final, demasiado brusco. Todo lo demás es un puntazo. Ójala alguien le dé continuidad a la idea y lleve a los Transformers a las historias de Julio Verne o directamente a la Guerra Franco Prusiana.