El sábado, en EL CORREO, Manu Cortés nos acercaba al nuevo Peugeot 207

El Peugeot 207 es fiable en la carretera y todo un seguro en los concesionarios. Desde 2007, lidera el mercado europeo en el segmento de los coches pequeños con una estrategia tan sencilla como efectiva: conquistar adeptos entre los más sensibles a la economía de uso que no quieren renunciar al mayor nivel de equipamiento.
Ahora ofrece nuevos argumentos. En el exterior, por ejemplo, presenta un frontal con una imagen más fuerte; aumenta los elementos cromados en la carrocería e incorpora pilotos traseros con diodos luminiscentes (en las berlinas de 3 y 5 puertas y el Coupé Cabrio). El diseño del habitáculo también es más elegante, con un nuevo tapizado y una consola más agradable.
En el apartado mecánico, se han reducido los consumos y emisiones afinando la combustión y usando neumáticos con muy baja resistencia a la rodadura. Además, a final de año se ofrecerá una versión turbodiésel HDi de 90 CV, poco contaminante 99 gr/km de CO2. Completan el remodelado de la gama elementos de seguridad y confort, como el sistema WIP Bluetooth, el mando impulsor para los mandos de los intermitentes (con un pequeño toque, se activan y desactivan automáticamente), la función del cierre de lunas mediante el mando a distancia (en la berlina y SW) y la función de elevación con un solo toque del cristal del conductor en el 207 CC.
De frente, presenta un parachoques de volumen único que redibuja los contornos de la entrada de aire, aumenta las superficies pintadas en el color de la carrocería, y recoloca lateralmente los faros antiniebla redondos en dos huellas aerodinámicas. Así, estéticamente proporciona más anchura al coche.
Conviene recordar que su predecesor ofrecía dos diseños diferentes del parachoques delantero en función del tipo de acabado (Confort o Sport) siempre respetando un elemento común: una entrada de aire de grandes proporciones. A partir de ahora, las diferentes versiones de carrocería disponen de un frontal único, que se personaliza mediante la decoración de la parrilla con perfiles horizontales negros o cromados.
Vistos por detrás, presentan unos pilotos rojos y blancos de diseño más moderno, con tecnología led, muy poco habitual en el segmento. En la parte roja, la zona de iluminación está compuesta por dos rampas horizontales de 6 leds cerrados por el lado interior con otra rampa de 3 con la que forman un paralelogramo. Este conjunto tiende a dar más anchura visual al coche.
La consola evoluciona hacia un diseño por junquillos, pequeños perfiles y contornos cromados, muy bien integrados en el conjunto. Los mandos rotativos son mucho más ergonómicos: situados en un rebaje, disponen de unas muescas periféricas muy finas que permiten utilizarlos con una mayor suavidad.
El indicador de cambio de marcha GSI se monta ya de serie en los modelos con cambio manual. Situado en el velocímetro, se visualiza mediante una flecha vertical que aconseja pasar a una relación superior. La marcha ideal se determina en función de múltiples parámetros como la velocidad del vehículo, la temperatura y régimen del motor o el tipo de conducción (la presión sobre el pedal del acelerador permite reconocer una conducción más o menos dinámica). Además, el nivel de frenada se ha adaptado al temperamento de las diferentes versiones e incluye ABS y un sistema de ayuda a la frenada de emergencia.
El ESP, también de serie en toda la gama, se completa con el sistema SSP (en las versiones más altas) que añade un compensador en la dirección en caso de frenada asimétrica, es decir, para equilibrar automáticamente el coche en situaciones de adherencia distinta para las ruedas de la derecha y de la izquierda.
Los gasolina turbo o atmosféricos de inyección directa (de origen BMW) montan distribución variable continua (VVT) en los árboles de admisión y de escape y un sistema de elevación variable de las válvulas de admisión. Estas dos sofisticadas soluciones proporcionan un excelente rendimiento y permiten obtener consumos reducidos con una gran suavidad de funcionamiento. La inyección directa de combustible posibilita asociar una potencia específica elevada (hasta 150 CV) con bajos consumos. Los inyectores de alta presión pulverizan el carburante de forma directa y lateral dentro de la cámara de combustión a una presión máxima superior a los 120 bares. Al estar la mezcla repartida de forma homogénea dentro de la cámara permite mejorar la combustión y, por lo tanto, aumentar el rendimiento global del motor.
Por su parte, el turbo Twin-Scroll reagrupa en el colector de escape y el turbocompresor los conductos de gas de los cilindros por pares. El tiempo de respuesta –tradicionalmente uno de los problemas más difíciles de solucionar en los motores turbo gasolina–, se reduce con esta nueva implantación.
Finalmente, los archiconocidos HDi disponen de un sistema de inyección directa Common rail de alta presión. Ligeros gracias a su bloque en aluminio, ofrecen una probada tecnología con la que obtiene cifras de consumo y emisiones realmente bajas y, al mismo tiempo, un buen confort de conducción con poco ruido y menos vibraciones.