El arte va sobre ruedas
El primer coche de la historia se lo atribuyen a Leonardo da Vinci . El genial creador de Anchiano es el padre de la mitad de los artilugios que hoy disfrutamos. ¿Hay algo más sugerente que la existencia de una mente privilegiada capaz de crear semejantes prodigios? Quién sabe cuál será
Los bocetos, diseños, y teorías del renacentista han servido a millones de personas como base a partir de la que perfeccionar objetos que por cotidianos no dejan de ser complejas obras de ingeniería. Sin el cachivache con ruedas de Leonardo, es posible que Benz, Ford y compañía no hubieran fabricado nunca los automóviles que recorren nuestras calles.
Es obvio que no comparten la capacidad artística del italiano, pero sus creaciones son bastante más bonitas. Por eso, se me ha ocurrido presentar a todos los amigos del tuning unos modelos de los que sacar ideas. Son parte de una exposición itinerante de cuatro BMW que esta semana hace escala en Los Ángeles. Los responsables de estas piezas de museo son Andy Warhol –el de la lata de sopa, sí- Frank Stella, Roy Lichtenstein y Robert Rauschenberg.
Qué molan, ¿no?