Chau Kai-Bong, reconozco que no había oído hablar de él en mi vida, falleció el 15 de febrero, a los 75 años. Ayer recibía sepultura en Hong Kong. Digo yo que a esta gente se la entierra. Descanse en paz.
Lo que realmente me interesa es que este señor, un magnate y filántropo que hizo fortuna durante los tiempos de dominio británico, presumía de recorrer el mundo en un Rolls Royce de color rosa. ¿Se puede ser más hortera? Sí. Y es que este abogado con vocación de actor de Hollywood cagaba en un váter de oro. No penséis que estaba pintado de color dorado, no. Era de oro macizo. Algo así como el Oro del Moro en versión chulíng. Encima, el muchachote, que como imagináis era bastante pintas, va y suelta en una entrevista que “los que critican nuestra forma de vestir, no tienen gusto”. ¡Un Rolls rosa! ¡Tío, qué tenías un Rolls de color rosa! No se si me explico. Qué era ROSAAAAAA.
En mi absoluta depresión, se me ha ocurrido buscar la terrorífica foto del automóvil del Kai-Bong este. Absteneos de los chistes fonéticos con su nombre. Un respeto, que ha fallecido. No lo he encontrado. Tampoco he logrado saber sobre que modelo había realizado tal atrocidad, pero lo por ha sido descubrir que hay muchos Rolls de color rosa por el mundo.
Como no puedo escribirles a todos para explicarles que su Rolls es ROSAAAAAAAAA he decidido colgar una de las fotos y que el estremecimiento de la fuerza haga el resto. Personas del mundo con un puto Rolls rosa, arrepentíos. Pintadlo aunque sea de color pistacho. Sólo me queda el consuelo de la descripción del vehículo que hace la empresa de alquiler de coches de la que he tomado la instantánea. “Es perfecto para las reuniones y fiestas de gallinas”, dicen los muy perros. Es el humor británico.
Sois unos hachas. Gracias one-77 por el link. Esta es la foto que has aportado en el comentario.