Quizá te haya sorprendido el título, pero en cuanto veas la foto lo entenderás. Es lo que hemos dicho todos al darnos cuenta de lo que estábamos viendo. “No me jodas” “No me toques los..”
Se trata de un Mercedes SL600s tuneado con 300.000 cristales Swarovski. Luxury Crystal Benz le llaman a ésta cosa que no se muy bien cómo definir. Es uno de los modelos que se exponen en el Salón del Automóvil de Tokio que cerrará el domingo.
Personalmente nunca le he visto el atractivo a llenar de cristalitos ninguna cosa, así que no me gusta demasiado. Es un tanto innecesario ¿no? El coche no mejora en nada, por lo que no veo la razón de customizarlo.
Está claro que no soy un fanático del tuning, pero reconozco que hay trabajos bien hechos. Por ejemplo, el Rolls Royce Phantom que se ha currado un mecánico kazajo de 24 años. Si nos fijamos ni es un Phantom, ni es un Rolls. En realidad estamos ante un Mercedes, que a base de horas y 2000 euros se le ha dado este aspecto. No se puede decir que la transformación haya resultado cara, pero ¿era necesaria? Si hubiese conseguido lo mismo partiendo de un Simca 1000.