Cuando era pequeño me encantaba el Ford Capri. En casa teníamos uno. Rojo. Con los retrovisores y el alerón negros. Era precioso. No había aún dirección asistida. Ni ventanillas traseras. Solo se abrían un poco con un clip. El maletero, una pesadilla. allá no cabía nada y la bandeja no hacía más que molestar. Qué maravilla. Era de la tercera generación, el que dejó de fabruicarse en 1986.

Y ahora, despues de muchos falsos anuncios, de diseños como el de 2009 con el que parecía que esta adaptación del muscle car al gusto europeo renacía, parece que el año que viene veremos en las carreteras la cuarta generación de Capri. Hasta ahora se especulaba con que sería una modificación de la cabina del Mondeo, adapatada a un 2+2, y montada sobre la base del Focus.

Sin embargo, en el salón de Frankfurt de 2011, Ford presentño el Evos, un portotipo con cuatro alasa de gaviota que parece será el punto de partida para el Capri que saldrá a la venta en 2013. Esperemos que mantenga aquella mezcla clásica de precio no muy elevado y potencia más bien desbocada.

Por cierto, el Evos tiene una versión híbrida enchufable con una autonomía total que supera los 800 kilómetros. Yo ya quiero uno.