http://vimeo.com/25888584
No caeremos en el tópico de decir que la crisis no afecta a todo el mundo por igual. Mejor nos lanzamos de cabeza al topicazo de que los coches clásicos están de moda. Un tópico curioso ya que si es clásico, ¿por qué debería estar de moda? Digo yo que precisamente estas máquinas nunca pasan de moda. En fin.
El tema es que unos chavalotes con muchos posibles se dedicaron el fin de semana pasado a gastar pornográficas cantidades de dinero en coches. Era una subasta, que viste mucho tirar la pasta en estas ocasiones. Para que todo el mundo lo vea. Me he enterado yo en el País Vasco… Seguro que todos los vecinos de los gastones saben lo que se dejaron en el evento. “Estamos muy contentos”, ha dicho el dueño de la casa de subastas, el señor que conduce el Whitell en el vídeo. Como para no estarlo, macho. Hicieron 78 millones de dólares de caja. Vamos, que les tocó el Euromillones.
La nómina de preciosidades vendidas es la siguiente. Un Ferrari 250 Testa Rossa Prototype de 1957 con el que se batió el récord mundial alcanzado por una automóvil en una subasta: 16,39 millones de dólares, el Whittell Coupe (un Duesenberg Model J, de 1931 hecho a medida) al que hacemos mención en el título que se vendió por 10,34 millones de dólares y con el que se estableció un nuevo récord mundial para un coche americano vendido en una subasta.
Además se han comprado un Ferrari 250 GT LWB California Spider, de 1959, por 3,355 millones, un Shelby Cobra 289 Factory Team Car: 2,585 millones (récord de este modelo) y el coche más antiguo de producción de Bentley, un Chassis 3 Litre, de 1921; baratito también: 962.500 dólares.