Los que se hacen cruces desde que Porsche montó un motor diésel en el Cayenne, pueden empezar a pedir la excomunión de algún directivo del fabricante de Stuttgart. El súper deportivo por excelencia, el 911, la máquina que suma más de 20.000 victorias en los últimos 45 años presenta una versión híbrida que promete ser el futuro de los automóviles deportivos.
En Ginebra, veremos el GT3 Hybrid, una maravilla que aúna los 480 CV que genera su bóxer de 6 cilindros y dos motores eléctricos colocados en el eje delantero. Así, mientras la tracción es eléctrica, la propulsión sigue, como siempre, respondiendo a las explosiones de la gasolina. Pero no os dejéis engañar; lo de híbrido suena muy ecológico, pero la idea es otra. Es cierto que con el sistema se puede reducir el consumo del vehículo, pero en realidad estamos ante la aplicación del demonizado KERS de la Fórmula 1 al mundo de las carreras de grandes turismos.
¿Cómo os suena un ingenio que utiliza la energía de las frenadas para cargar unas baterías eléctricas que se descargan, en unos 6 segundos, cuando se acelera el coche a fondo? Eso es lo que Porsche ha incorporado al 911 GT3 Hybrid. Además, por ahora sólo estará disponible en los modelos de competición. Los puristas pueden estar tranquilos.