¿Quién dijo que un superdeportivo no puede ser ecológico? Yo lo digo, no nos engañemos. El 90% de las soluciones ‘limpias’ que proponen las marcas no son más que patrañas. De todos modos, sí es posible disfrutar de un vehículo con las más altas prestaciones sin necesidad de que nos acompañe el camión de Petronor.
Mientras las marcas generalistas (no todas) aprovechan para aumentar la potencia de sus coches a medida que reducen las emisiones y el consumo de sus motores, en Bentley han tomado el camino contrario. Claro que a ellos las prestaciones les sobran y si no reducen emisiones en 2012, con la nueva normativa, van a vender la producción a escondidas. Bueno, más o menos como ahora. Yo nunca he visto a nadie comprar un Bentley. Joder, como suena ¿verdad? Bentley. Se le llena la boca a uno. Es como cuando Homer dice: “Cacahueeeetessss…”
En fin. El tema es que el fabricante inglés se ha embarcado en la estrategia Flexifuel por la que, desde ya, modelos como el Continental Supersports emiten un 15% menos de CO2, pueden utilizar combustibles renovables como el Bioetanol (E85) y el rendimiento de los propulsores de gasolina es un 40% más eficiente. De precio siguen igual.
Esta preciosidad con tracción total repartida 40:60 acelera de 0 a 100 en 3,9 segundos. Algo muy necesario y ecológico como ya imagináis. Para los que nos gustan estos cacharros, es más interesante fijarnos en que rinde 621 CV. Como seis coches de carretera, tú. Quizá de ahí el precio. El par, agarraos, 800 Nm. Acojonante.