Se arranca como un avión; los pedales salen del suelo, como en un avión; la palanca de cambio parece el joystick de un avión y su estética, techo panorámico incluido, es la de un avión. El Spyker c8 Aileron no es un coche normal. De hecho, sus fabricantes no lo consideran un coche. Es, más bien, la evolución natural dentro de la producción de esta empresa holandesa que comenzó su andadura construyendo aeronaves durante la primera Guerra Mundial Será porque aquellos aviones se parecían más a un automóvil que a cualquier otra cosa que desde 2000, en Spyker se dedican a crear maravillas como esta.
Todo, menos el motor, está hecho a mano. El propulsor se lo compran a Audi, lo que no deja de ser una garantía. Ocho cilindros en V para 400 caballos y 480 Nm de par que impulsan a esta segunda generación de modelos de la marca a los 100 km/h en 4.5 segundos. Su velocidad máxima 300 km/h.
Disfrutad del reportaje. Merece la pena
Por si os lo estáis preguntando, cuesta 189.900 euros. Debe ser que no redondean porque se espera que le dejes los 100 eurillos al que te atiende el día que lo compras. Ah, los impuestos tampoco están incluidos, pero en estos casos se paga en B ¿no?