Audi ha presentado el A5 Sportback, que destaca por su diseño y practicidad. Se trata del tercer modelo de la gama, después del Coupé y al Cabriolet, y llegará al mercado en septiembre.
Este cinco puertas destaca por su estilizado perfil deportivo, de hecho no deja de ser un coupé. La parte trasera está dotada de un gran portón, spoiler y difusor integrado. La silueta es el resultado de una sección del techo larga, afilada y ligeramente más baja (36 milímetros) que la del A4 Sedán; de unos cortos voladizos tanto delante como detrás; así como de la larga distancia existente entre ejes (2,8 metros). La deportividad se acentúa por las cuatro puertas sin marco y sus estrechas ventanillas.
El Sportback combina su aspecto dinámico con un amplio volumen de carga de 480 litros, muy similar al del A4 Avant, y puede llegar hasta los 980 litros con los respaldos de los asientos traseros tumbados. Además, ofrece un cómodo espacio para cuatro ocupantes –la casa de Ingolstadt continúa confiando en su particular apuesta por esta configuración, tal y como ocurre con el Passat C C– y la entrada y salida del habitáculo se realiza de forma cómoda desde todas las plazas, gracias al amplio ángulo de apertura de las mismas.
Las motorizaciones constituyen otro avance en el conjunto de innovaciones tecnológicas de este vehículo. Todos los motores son de inyección directa, las versiones diésel cuentan con el sofisticado sistema de rail común TDI, y los propulsores de gasolina están basados en el concepto FSI.
Inicialmente el A5 Sportback estará disponible con dos bloques de gasolina y tres diésel. Las dos primeras versiones vienen equipadas con el sistema Audi Valvelift, que permite alcanzar una potencia y par mayores con un menor consumo de combustible. Uno es el 2.0 TFSI Quattro de 211 CV de potencia y 350 Nm de par máximo (el mismo que montan actualmente tanto el Golf GTI como el Q5) y el segundo es el V6 3.2 Quattro, que desarrolla 265 CV.
También estarán disponibles desde el principio los siguientes motores: el 2.0 TDI de 170 CV y 350 Nm con caja de cambios manual de seis velocidades y sistema start/stop; el 2.7 TDI de 190 CV y 400 Nm; y, por último, el V6 Quattro de 3 litros, que ofrece 240 CV y un enorme par máximo de 500 Nm.
Control de estabilidad
En cuanto al equipamiento, el control de estabilidad de nuevo desarrollo con bloqueo electrónico del diferencial en el eje delantero garantiza una notable mejora en la respuesta de la dirección, al igual que en el Coupé y en el Cabriolet. Además, el sistema ‘Audi drive select dynamic driving’ permite al conductor elegir entre tres modos de conducción.
Sólo se puede solicitar conjuntamente con una o más de las tres tecnologías adicionales que están disponibles: el control adaptativo de los amortiguadores, la dirección dinámica con asistencia variable continua y la tracción Quattro con diferencial deportivo para las versiones 3.0 TDI y 3.2 FSI.

Nota: Artículo de Almudena Pastor publicado en EL CORREO del 27-06-09