El sábado, Manu Cortés nos presentó, en las páginas de EL CORREO, los nuevos Ssangyong Kyron y Actyon
Momento de invertir
Compra barato y vende caro. Es una de las máximas más conocidas de Wall Street, claro que nunca venderemos nuestro coche por más dinero del que lo compramos. Sin embargo, gracias a ‘la crisis’ podemos encontrar alguna ganga en los concesionarios. Un caso claro es la nueva gama de todoterrenos Ssang Yong. Algunas de las versiones del Kyron y el Actyon han pasado de costar 25.000 euros, en 2.007, a venderse por poco menos de 20.000.
La marca surcoreana ha actualizado sus modelos con retoques estéticos y la incorporación de un cambio secuencial automático T-Tronic de seis velocidades. Esta novedad permite una conducción más confortable y eficiente. En el caso del Actyon, una nueva parrilla y los intermitentes tipo LED han conseguido rejuvenecer un diseño que recuerda las formas de un tiburón. Las ópticas carenadas y con forma de ojo de lince contribuyen a aumentar la sensación de poder. Lateralmente, presenta una línea en forma de cuña muy característica, reafirmada por su elevada cintura. Los voladizos delantero y posterior son cortos, lo que además de ofrecer una estética más compacta, permite unas grandes aptitudes trialeras. En la zaga, las formas recuerdan las de un tres puertas, con una amplia luneta culminada por un doble spoiler. Las ópticas integradas marcan el portón y las salidas del escape aparecen ahora en materiales cromados. Por dentro, destaca el puesto de conducción más ergonómico que dispone de una gran variedad de reglajes. Además, la cabina mantiene una temperatura uniforme gracias a las ocho salidas del sistema de ventilación.
El motor es el renovado 2.0 Xdi, con un sistema de inyección directa de tercera generación y turbocompresor de geometría variable. Su potencia se sitúa en 138 CV, con un par máximo de 310 Nm entre 1800 y 2750 vueltas. Equipado con válvula de recirculación de los gases de escape, catalizador de oxidación del diésel y filtro de partículas, este bloque es uno de los menos contaminantes de su categoría.
Para una mayor precisión de funcionamiento, reducir vibraciones y aumentar su longevidad, la cadena de la distribución es de doble casquillo e incorpora un auto tensor hidráulico, mucho más eficaz que los de muelles. Se puede optar por una caja de cambios manual de cinco velocidades o una automática secuencial de seis.
Otro rasgo distintivo del Actyon es el sistema de tracción integral a tiempo parcial. El conductor puede elegir en todo momento entre circular en propulsión trasera –con el consiguiente ahorro en combustible y desgaste mecánico– o pasar a tracción total con un reparto al 50%.
En lo que al Kyron respecta, los nuevos aires llegan de la mano de unas renovadas tomas de ventilación y las los cambios en las ópticas. La parte trasera cuenta también con unos pilotos y molduras de la puerta diferentes. El interior tiene un acabado en color negro ofreciéndose el cuero beige en la práctica totalidad de los colores.La diferencia más evidente entre ambos modelos reside en su sistema de tracción, que en este último ofrece tres modos de funcionamiento: posición 2H (tracción trasera, para uso en carretera, modo 4H (utilización en pistas y monte, con tracción total permanente) y 4L, posición para uso en pistas muy abruptas y extremadamente deslizantes. El Actyon, para quien no piensa salirse de la carretera está disponible sin la opción 4×4.
El manejo de las distintas posiciones, en el Kyron, se realiza pulsando un botón situado en la consola central. En marcha y hasta 70 km/h, se puede pasar indistintamente de tracción al eje trasero 2H a posición 4H. En esta posición, ideada para el disfrute de la conducción por campo, el diferencial central manda par de forma constante, en una relación de 50/50 entre ejes. En este apartado se puede encontrar otra de las ventajas de este modelo, ya que son de los pocos SUV que incorporan reductora, lo que permite acceder a lugares inaccesibles incluso para un todo terreno ligero.
Además del nuevo motor 2.0 Xdi de 138 CV, se mantiene la versión 270 XDi de 5 cilindros, 2.7 litros de cilindrada, inyección directa Common rail, que desarrolla 165 CV y un par de 340 Nm desde 1.800 hasta 3.250 revoluciones por minuto. No obstante, a diferencia del resto, el 270 XDi automático cuenta con suspensión independiente en el eje trasero con ocho puntos de anclaje y dirección asistida con endurecimiento progresivo en función de la velocidad, lo que permite una mejor conducción en carretera y una mejora del confort.
La de su hermano, por ejemplo, es independiente, de doble trapecio con resortes helicoidales y amortiguadores de gas, en la dirección y de eje rígido, con cinco puntos de anclaje, resortes helicoidales y amortiguadores de gas en la retaguardia. Equipamiento incluye llantas de 18 pulgadas, climatizador, alarma antirrobo, tapicería de cuero, techo practicable eléctrico o cambio automático secuencial de seis velocidades.