Si sientes la obsesión de que un Porsche no deja de adelantarte, tranquilo porque la carretera está llena de ellos. A mí me pasa uno casi todos los días, a veces dos. Al principio creía que era el mismo, pero es que son de diferentes colores. Y muchos bastante nuevos, pardiez.
Envidias a parte, a uno le surge la duda de cómo ha llegado tanta gente a conseguir semejante deportivo. Quizá tenga algo que ver con que las empresas quiebren en cuanto se le anulan un puñado de pedidos. No lo sé. Pero no seamos aguafiestas. Ver un Porsche en la carretera es siempre motivo de alegría. Y que te adelante más. Así lo ves de venir de frente (por el retrovisor, que ironía) y luego disfrutas de su línea cuando se aleja.
Pena de normas de tráfico. Hace dos semanas, la Policía detuvo uno a la entrada de la autopista. Cuando yo me incorporaba, el vehículo tenía las puertas y el capó abiertos. Qué espectáculo. El conductor, rodeado de su equipaje –las maletas debían costar más que mi coche- trataba de convencer a los agentes de que no había nada de lo que debieran sospechar. Me dieron ganas de parar y sacar unas fotos, pero no esta la cosa para multas. Dos minutos más tarde me adelantaba.
En realidad esta historia viene porque si a partir de esta tarde os empezáis a cruzar con una caravana de 50 Porsche, no quiero que penséis que estáis locos. La Delegación del País Vasco del Club Porsche celebra la XIV Concentración Internacional 911 de la provincia. A las 9.00 horas del sábado se dará la salida neutralizada desde el Gran Hotel Lakua de Vitoria. Si os gusta hacer fotos, no dudéis en acercaros. El día lo pasarán por la Montaña y Rioja Alavesa en un recorrido de regularidad de 330 kilómetros que les llevará de Antoñana a Oión. No hay prisas.
Hoy les hemos tomada prestada una foto para ilustrar el post, pero estaremos encantados de publicar las que nos enviéis.