Será la primavera, el calorcillo inesperado y efímero, que me he puesto melancólico. No se cómo me ha dado por pensar en esas bellezas clásicas, cincuentonas, pero todavía de buen ver que a pesar de no estar ya en circulación, salvo fantásticas excepciones, todavía nos alegran el ojillo, y el alma, si tenemos la suerte […]