Por fin he hallado la solución para no tener que pasar cada lunes por la gasolinera. ¿Cómo no lo había visto antes? Sólo tengo que tumbarme y esperar a que se llene la garrafica con la que voy a conseguir que mi coche pase menos por la gasolinera que Dimitri por Vitoria.
Se trata de algo tan sencillo como hacerle un ‘bujerete’ al depósito de gasolina de algún coche aparcado en la calle y colocar una lata bajo el chorro para recoger el valioso goteo. No es nada que el pícaro lazarillo salmantino no hiciera hace ya unos siglos. El se bebía así el vino del ciego, cada época tiene su combustible.
Además, tampoco sería el primero en usar el ventajoso método de repostaje. Ayer
¿Qué el método es ilegal? Ya hijo, triste es de robar, pero al precio de la gasolina -y eso que ha bajado lo suyo- más triste es de repostar. ¿Se os ocurre una solución mejor para llenar el depósito?