El sexo con cabeza es mucho mejor. Sin entrar en otros detalles, ayuda a prevenir enfermedades de transmisión sexual, que están experimentando en los últimos años un auge inusitado. Lo vienen alertando desde hace tiempo las autoridades sanitarias.
La última ocasión ha sido hace sólo unos días. Lo leí aquí, en EL CORREO, en un reportaje firmado por mi compañera del Diario Vasco Ane Urdangarin, con motivo del 30 aniversario de los primeros casos de sida, que se cumplirá el próximo 5 de junio. Los casos de sífilis y gonorrea, dos enfermedades que hasta hace bien poco se creían controladas, casi desaparecidas, se han disparado como consecuencia del sexo inseguro.
El problema de ambas infecciones es que provocan lesiones, que pueden ser imperceptibles y que permiten al virus del sida entrar en el organismo por la puerta grande. Sobra decir que por sí solas ya resultan un engorro. El verano está ahí al lado. Un condón a tiempo puede evitar más de un disgusto.