El de próstata es un cáncer cada vez más frecuente. La mayor esperanza de vida y la existencia de nuevos medios para el diagnóstico precoz han favorecido que en los últimos años se detecten muchos más casos. Aún así, la ciencia sigue trabajando para combatirlo. Un equipo formado por científicos de Estados Unidos y Reino Unido ha logrado diseñar una vacuna contra el cáncer de próstata, que es efectiva al 80% en ratones. No protege contra la aparición de la enfermedad, pero permite superarla sin tener que ser sometido a los tratamientos convencionales de quimioterapia y radioterapia, que suelen ser altamente tóxicos.
¿Es esta una noticia como para echar las campas al vuelo? Sólo hasta cierto punto. El genoma de los ratones es tan parecido al de los seres humanos que suelen considerarse los mejores modelos animales para probar fármacos. Lo normal es que si algo funciona en ellos, funcione también en las personas. Pero no siempre es así. Muchos medicamentos y terapias que funcionaron en roedores, fracasan luego cuando se prueba en pacientes. Estamos, por lo tanto, ante una buena noticia, que podría dejar de serlo.
La vacuna se ha diseñado con ADN prostático de una persona sana. El preparado, a grandes rasgos, consigue engañar al sistema inmune de los animales hasta el punto de generar anticuerpos que ayudan a superar la enfermedad. Si todo esto se va confirmando con nuevas pruebas de laboratorio, en el plazo de dos años, el antídoto podría estar listo para ser ensayado en humanos. Pero, como poco, faltan dos años. ¿Qué tiene de bueno todo esto? Una efectividad del 80%, como la que se ha obtenido, es un resultado muy bueno, comparable sólo con las de las vacunas de la gripe, que son de las más efectivas que hay en el mercado. Los científicos que la han probado aseguran, además, que lo mejor de su fórmula es que en las pruebas las células sanas no resultaron afectadas.
La próstata, un órgano pequeño del tamaño de una nuez, es una glándula sexual masculina que se encuentra ubicada entre la vejiga y el recto. Tiene una doble misión: produce una secreción que forma parte del semen y contiene unas fibras musculares que tienen la capacidad de contraerse de manera automática para favorecer la eyaculación. El mejor tratamiento contra el cáncer de próstata y la enfermedad prostática, de momento, comienza por someterse a revisiones periódicas a partir de los 50 años.