No han sido fáciles las últimas jornadas de navegación, primero tuvimos bastante viento y mar mientras rodeábamos el Cabo Farvel. Sus hielos nos obligaron a estar muy atentos a la maniobra, a las frecuentes rachas que a veces soplaron con bastante fuerza y a una mar cruzada que escoraba el barco haciendo la vida a bordo un poco más incómoda.
Unas horas más tarde según lo previsto, el viento y la mar fueron calmando mientras nos acercábamos a costa, pero todavía teníamos que enfrentarnos a algo igual de complicado y para nosotros bastante más desconocido, la presencia de grandes icebergs y pequeños trozos de hielo en las inmediaciones de la entrada a los fiordos.
El primero que avistamos provocó entre todos nosotros un sentimiento creo que, encontrado entre ilusión y alerta. Poco a poco te vas acostumbrando a su presencia y te familiarizas con ellos. Un tripulante hace guardia en proa para avisar al timonel de hacia dónde desviarse para evitar chocar con los trozos más pequeños. Con gestos indica a babor, recto a proa, o a estribor… A veces es muy difícil encontrar el camino debido a que están muy juntos y no queda más remedio que pasar alguno por encima. Siempre mantenemos una velocidad muy baja, inferior a 3 nudos. La buena construcción de nuestro barco y su casco de acero nos permiten estar un poco más tranquilos cuando esto ocurre.
Incluso con todas estas dificultades, hoy ha sido uno de los días de navegación más especiales e interesantes en mi vida como navegante. Ha sido como retroceder en el tiempo, rodeados de la inmensidad del hielo, su aparente calma y su blanca belleza.
No solo es nuestra la curiosidad hacia estos mares de hielo, ya que más de una foca se ha sentido sorprendida por la presencia del PAKEA BIZKAIA , asomando la cabeza fuera del agua como si de un niño se tratase, mirándonos con sorpresa y volviendo a sumergirse en la aguas a menos de un grado de temperatura, con la misma alegría que nosotros nos daríamos un chapuzón en verano en cualquiera de nuestras playas.
Que tengáis una buena semana, buenos vientos y buena proa.