Sí, Mari Luz, me ha llegado el tirón de orejas, de moral, de conciencia y de todo lo que se me remueve por dentro. Este blog fósil revive cada vez que lo regáis con comentarios, yo, no soy más que un arqueólogo sin fronteras, y sin mucho tiempo todo hay que decirlo. Te mando un beso grande y te dejo el artículo de mañana como primicia, con perdón de mis jefes. Hoy manda Mari Luz. (Esto del emoticono es un intento de agradar con lo primero que tengo a mano)
Parte
-Doctor “Ilusión”, ¿cómo me ve? – Mire, no le quiero engañar, usted no está para tirar cohetes, la cosa se le está complicando de mala manera. –Me da usted un disgusto. –Bueno, se lo venimos anunciando a través de las noticias día sí, día también, no creo que el asunto le pille desprevenido. Y si le sirve de consuelo, le diré que el desastre es general, vamos que estamos hablando de pandemia. – ¿O sea que me he contagiado? –Sí, lo podríamos explicar de esa manera, una especie de contagio; para ser más exactos, le diría que todos somos portadores de la crisis y, ahora, la estamos desarrollando plenamente. –Pero yo tengo unos ahorrillos en el banco y un plan de pensiones, ¿no es suficiente para estar tranquilo? –No hijo, no, eso es papel mojado, es el sistema el que está agonizante, usted no tiene nada, son dígitos sin más. – Bueno, le confieso que, debajo del colchón guardo un fajo de billetes de quinientos. –En dos telediarios se devalúan, como ocurrió en Argentina, ya puede ir tirándolos a la basura. –Leches, pues tendré que comprar oro, que parece que es el único valor seguro de cara al futuro, eso nunca fallará. –No se fíe de los anuncios. ¿Qué oro se cree que le van a vender a usted, alma de cántaro? Casi sin quilates, cuando lo quiera vender se lo van a pagar a precio de chatarra. Con esto del oro ocurre lo mismo que con las drogas, las de buena calidad están reservadas para las clases influyentes. –Me deja de piedra doctor, no pensaba yo que estuviéramos tan desprotegidos. –Fíjese, si ha habito que salir al rescate de un país entero como Irlanda, con sus recursos y sus gaitas, ¿cómo van a pretender salir adelante los ciudadanos? – Por lo menos, nos podrán rescatar algún día. –No, no se haga ilusiones, primero están los bancos, que serían como los hospitales de la economía, ahí se va a ir todo el presupuesto. –Prefiero morirme. –No se lo aconsejo, sale caro, piense en sus familiares. Aguante y colabore con las indicaciones de las autoridades. Y no se me queje, que esta semana no es de las peores, le recuerdo que tenemos un Barsa- Real Madrid que llevarnos a la boca. Pasen buen día.