Buenos días hermanos, gracias por la bienvenida, yo también os echaba de menos, aunque reconozco que un mes sin apenas abrir el ordenador me ha sentado como Dios. Eso sí, para mi desgracia, la calma chicha que he vivido ha sido más “chicha” de lo que me hubiera gustado.
Observad con pena y sin sonrojo el souvenir mollar que me he traído de las vacaciones. Es el clásico recuerdo de Gulalandia que, desgraciadamente, no te lo pueden requisar en la frontera de septiembre.
Una figurita de tocino en forma de media vasija, la verdad es que tiene su encanto…
¡LOS COJONES!
Y lo peor de todo: el Alfred Hitchcock que llevo dentro está aflorando sin ningún tipo de pudor.
Mecagüen el suspense, en los pájaros y “Con la muerte en los fogones”. He vuelto hecho un ceporro.