Buenos días hermanos. He decidido parar el blog durante el mes de agosto, tomarme unos días de descanso, creo que me vendrá bien…
Además, tengo que hacer varios viajes cortos y no hubiera podido atenderlo como a mi me gusta.
De todas formas, seguiré colgando por aquí los artículos cada dos días, los tengo qure escribir para la edición de papel y por lo menos mi conciencia productiva se quedará más tranquila.
EL UNO DE SEPTIEMBRE RETOMARE LAS HISTORIAS PENDIENTES.
LAT
Que no es otra cosa que la abreviatura de Living Apart Toguether, que a su vez, no es otra cosa que la abreviatura de una relación. Me explico, que es lunes y estamos en agosto. Estamos hablando de una moda que cobra adeptos en todo el mundo , -rico, por supuesto-, y cuyo fundamento o filosofía es la de comerse sólo la yema del espárrago. Me sigo explicando. Se trata de una nueva manera de vivir las relaciones de pareja que se puede resumir así: después del frote y del cigarrito postrero, cada uno a su casa. Novios, sí, para todo lo que quieras, pero tú en tu casa y yo en la mía. O sea, que evitamos la dichosa convivencia y sus rutinas, que tanto daño hacen al amor. Dicen los encuestadores que un porcentaje alto de europeos, y entre tantos ya habrá algún vasco, optan por este tipo de contrato en el que sólo está permitido tener el cepillo de dientes y dos mudas en la casa de tu pareja. La verdad ser dicha que tiene su lógica el asunto, faltaría más; todos perdemos puntos cuando nos relajamos en la inmensidad de lo cotidiano. ¿A quién no s ele ha escapado un pedete fugitivo un domingo por la tarde, o justo después de levantarte? ¿Quién no se ha cortado las uñas de los pies donde no debía? ¿Quién no ha protagonizado un desfile con la lencería cedida que nunca utilizas fuera de tus dominios? Todos tenemos una versión que nos emparenta directamente con Homer Simpson, y que va apareciendo, poco a poco, con la convivencia; es el famoso asco que da la confianza. Con esta nueva corriente de cobardes que se conoce como LAT, habrá hombres que nunca conocerán a su novia sin maquillar, y mujeres que no tendrán que presenciar el bochornoso espectáculo de ver a su novio tiñéndose el pelo, por poner algún ejemplo. Reconozco vuestras ventajas, pero creo que es muy arriesgado dejar la convivencia para la vejez, cuando ya es inevitable por motivos obvios; el choque puede ser muy duro. ¿Será envidia lo que siento? Pasen buen día.
Gracias por este año de regalos en forma de comentario. Os echaré de menos (A ti también)