>

Blogs

Óscar Terol

Se abre el Terol

4853

Gracias por mantener vivo este espacio en todo momento.


Buenos días hermanos, lo primero, disculpas por ausentarme el viernes, me pilló el toro, el caballo y un desfile militar; de esos días que no cabe ni una paja a martillazos. Lo segundo, ahí ando, dándole vueltas a los del sorteo, me estoy volviendo loco, antes era todo más fácil, hacías lo que te salía de los… y no pasaba nada, ahora, somo una institucuión democrática y me entra el complejo de culpa. Creo que optaré por abrir una ronda de negociaciones con los diferentes agentes implicados para recabar los apoyos necesarios y hacer lo que me salga del forro de las pelotas llegado el momento. lo que se dice, actuar instintivamente, como tiene que ser ostias, tanta corrección nos va a matar.

Elena, ánimo con lo de tu madre

——————————————————————————-

ESTA BASADO EN HECHOS REALES

Por si las moscas

Quiero advertirle, querido lector, que el artículo de hoy es chabacano, lo reconozco; de mal gusto, vulgar, impropio de un colaborador de este insigne medio de comunicación. No creo que llegue a herir la sensibilidad de nadie, porque todos tenemos cierto callo en las entendederas, gracias, en parte, a la “labor social” de la televisión. Ahora bien, si usted está comiendo, embarazada de más de una semana, o tiene las tripas revueltas, no lo lea, pase al sudoku directamente. Bien, hecha la aclaración me meto en harina. Ayer, domingo, estaba comiendo excedente de verdel a la parrilla acompañado de mi familia, la clásica comida que acaba en partida de cartas o en discusión. De repente, y previo zumbido avisador, irrumpió en escena, con su característico vuelo rasante, un moscardón azulado del tamaño de un terrón de azúcar. Para entendernos, un Boeing 747 para una tela de araña. El clásico bicho que, si aparece en agosto, agarras el trapo de cocina y lo persigues para invitarle cordialmente a que abandone la estancia por la ventana, no sin antes haberse dado mil cabezazos contra el cristal. Pero ayer no era verano, y tenemos tan reciente la tiritona de la última nevada, que el moscón de marras se convirtió, sin comerlo ni beberlo, en el pregonero de la primavera, del sol y de las sandalias. Llegó, como caído del cielo, para decirnos que empieza el tiempo de los capullos, de los escotes y de los enamorados. Porque no decirlo, nos hizo tanta ilusión la visita del insecto en cuestión, que le dejamos posarse en los restos del pescado como si fuera un gatito de angora con cascabel y lazito rosa. Y él, claro, ajeno a su simbólica presencia, se vino arriba, se gustó, se regodeo en su casta mosquitera y se dio dos vueltas al ruedo como un torero triunfador. No le invitamos a jugar al mus porque ya estábamos cuatro, y las moscas no dominan el guiño, que es fundamental para las señas. Pasen un buen día. Bzzz.

Un abrazo de osooooooooooooo (es un anasanismo maravilloso)

Temas

Un espacio para el intercambio de humor. Por Oscar Terol

Sobre el autor


marzo 2009
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031