Buenos días hermanos. Hoy la cosa va de discos dedicados con cariño. Isabel 75, he encontrado el sketch que quería ver tu hermano. Está en el primner “vaya semanita” de la historia, el que se emitió el 11 de septiembre del 2003. Yo lo tengo grabado en DVD sin demasiada calidad, lo he grabado con la cámara de la televisión, este es el resultado:
La actriz, Irene, grabó un capítulo solamente -un abrazo si me estás leyendo-.
Bueno, hasta aquí puedo colaborar con tus recuerdos; no sé si estará por ahí colgado con mejor calidad.
Os cuelgo también el artículo de hoy
Los lunes sin sal.
¡Por favor, que alguien acelere este proceso post electoral! Estamos aburridos de ver la cara de circunstancia de Urkullu hablando por teléfono estilo Gila, y la sonrisa de monaguillo pícaro que luce Patxi en los diarios. Si el pescado está vendido, que lo quiten del escaparate, aunque solo sea por decencia. Que venga lo que tenga que venir, a los humanos sin coche oficial nos quedará la vida de siempre, en castellano, en euskera, en ingles, o con el lenguaje de los signos el que lo necesite. Y hablando de cosas realmente importantes; este lunes, hoy, viene con una sentencia implícita que afectará a muchas personas. Hay algo en el ambiente que indica que este puede ser el primer día de las famosas operaciones destinadas a despojarse del sobrante adiposo, que se engloban dentro de una franquicia regentada por Satanás y de nombre “operación bikini”. Sí, es el día propicio, el lunes anterior había que celebrar la victoria, o administrarse un consuelo de chocolate quitapenas vía oral. También había que vivir el miércoles de resurrección y sus felices consecuencias. Así que es este, sin duda, el día uno, el felpudo de la versión light de nuestra existencia. Nadie lo ha señalado en el calendario, ningún colectivo lo ha reivindicado, pero es evidente que huele a primavera en el ambiente, y aunque nos queden dos o tres nevadas más, ya estamos en fase del brote del capullo que, en unas semanas, será follaje. A partir de ahora, los que creemos tener más presencia física que la que puede soportar nuestro espíritu, tendremos que empezar a conjugar palabras tan crueles como:
GURUTZE, gracias por tus palabras de ayer. Joder, hasta me voy a pintar la mancha en la frente como el Gorbachov. Tú también das un “golpe de estado” a la tristeza y al paisaje gris cada vez que sales a un escenario. Un abrazo.