El mundo es un jeroglífico que, en lugar de intentar descifrarlo, lo complicamos más cada día. Buenos días hermanos.
Borroka
Los egiptólogos deben estar con el alma en vilo, el negocio se les tambalea telediario sí, telediario también. El Egipto de hoy en día, el que se retuerce el las calles para poner los cimientos de la democracia, no está respetando ni los restos de las momias que duermen en los museos con tal de lograr su objetivo de echar a Mubarak, que se agarra al cargo como una garrapata al cuello de un perro. Probablemente, los revolucionarios egipcios agradecerían que el mundo occidental, supuestamente culto y desarrollado, tuvieran la misma preocupación por la riqueza de la población actual de aquel país, que la que tiene por los restos de sus antepasados que habitan en los museos. Y es que la herencia de los faraones tiene mucha fuerza y más si ostentas el poder, porque tienes la tentación de momificarte y hacer tu propia pirámide. La de Mubarak no es de piedras y arena como las de sus antecesores los Keops y compañía; es una pirámide social, con una base muy grande de gente pobre y él en la punta, buscando la conexión con la divinidad o los extraterrestres, que dicen que colaboran con estas construcciones. No soy un entendido en el mundo antiguo, pero se perciben cambios en los egipcios; hasta ahora les conocíamos y les parodiábamos andando de perfil, como aparecen en los jeroglíficos. Ahora, han cambiado la postura, van de frente, de cara, aunque se la partan, y están hartos de levantar más pirámides unifamiliares, quieren casas normales de las que no pasan a la historia del arte. Lo cierto es que, últimamente, no estamos viviendo una buena época para las agencias de viaje, el mundo exterior está en una continua kale borroka. A ver quien es el valiente que se saca un billete para un país que esté al sur del estrecho de Gibraltar. >. Bueno, siempre nos quedará el turismo rural y el Camino de Santiago, o la casa del pueblo. Pasen buen día.