Sí hermanos, estoy en Sevilla, en la Feria de Abril, una opción como otra cualquiera. La verdad es que no pude decir que no a la invitación; lo intenté, pero mis músculos faciales se negaron a articular el gesto de la negación
Os lo representaré tal como fue:
– Oscar, ¿quieres venirte para la feria este año?
– Nnn… ¡Si!
Y heme aquí, digiriéndo jamón y luz como un champiñón exiliado de sus musgos. Estaré tres días con sus tres noches y con las tres bilbainas, que no es un conjunto de boleros, son tres amigas (están sanas y salvas y todavía no han cometido pecado, bueno, gula y soberbia, pero eso era de esperar) Yo tampoco, también era de esperar.
Me he traído la cámara, pero se me ha olvidado el cable de conexión, así que toca parrafada. Os haré la crónica diaria.
Mary, felicidades, me tomaré algo a tu salud, algo con alcohol y con un buen paisaje delante, por ejemplo el Guadalquivir pasando delante de la torre del oro.
Os cuelgo el artículo
Pleno a la desgracia
Bueno, ya tenemos una enfermedad grave proveniente del mundo animal, es lo que nos estaba faltando en las portadas y en los informativos para completar el catálogo de desdichas. No es que anduviéramos faltos de sustos, todo lo contrario, el borbotón primaveral es generoso en cantidad y calidad; cada vez se hace mejor terror en los periódicos. El tema del paro va viento en popa para arriba, tanto es así, que algunos están empezando a ocultar su condición de empleado sin ERE a la vista para no tener que soportar la presión del entorno. Además, la amenaza de quedarnos sin pensiones le da un toque caótico al sistema muy interesante. Oriente medio, como buen clásico, no defrauda, sigue su ritmo, no da para gran titular, pero en las secciones de “internacional”, no hay un día que no aparezca la consiguiente lista de bajas. Los cayucos y las pateras ya son un fijo en nuestros diarios. El tiroteo en urbanización empieza a abrirse paso entre los asuntos locales, aunque todavía está lejos de las agresiones con arma blanca; las puñaladas y los navajazos han sido la sorpresa de la temporada. La paliza clásica, cinco contra uno y por la espalda, también goza de muy buena salud en las rotativas. La violencia de género, otro de los clásicos, sigue en el los primeros puestos, junto con la amenaza terrorista, los accidentes de tráfico y el cambio climático. Últimamente, además, nos han visitado el terremoto y el “algo raro pasa en la central nuclear”, dos esporádicos que tienen su público también. El tema de la crisis mundial está muy interesante, es el gran manto negro que todo lo cubre añadiendo un matiz desolador muy propio del género. El presidente de Irán cada vez de más miedo; Corea sigue probando satélites rellenos de “nata y de crema”: a Obama le ha crecido el enano Torturín y no sé por donde leí que vuelve Rumasa. Vamos, que si con este panorama se encuentra usted con alguien feliz, dígale que está en un error. Pasen buen día.
Pasar buen día. IVENNA, espero que no tengas gente querida afectada. Un abrazo