Buenos días hermanos. ME APUNTO A LA SIDRERIA, POR SUPUESTO. ME PARECE BIEN LA ELECCION DE LA MISMA, ES GRANDE Y SEGURO QUE TENEMOS SITIO. ESTE AÑO LA SIDRA NO ESTA SIENDO MUY ALLA EN NIGUNA SIDRERÍA, PERO BUENO, EL CASO ES VERNOS, ¿NO?
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OS DEJO EL ARTICULO DE HOY
O Rei Cuando uno adquiere el rango de dios para los demás, lógicamente, está liberado de cualquier responsabilidad ética y moral, su comportamiento no tiene que sujetarse a las convenciones sociales, es más, generalmente se le valora por su excentricidad. Pero, claro, cada dios tiene su religión, con sus fieles, sus devotos y sus pecados, que no tienen porqué coincidir con los de otras religiones, todo lo contrario, suele haber diferencias sustanciales entre las diferentes, llamémosles “sectas” para ser mas exactos. Estoy hablando de divinidades paganas creadas por una exaltación pasional colectiva, y que casi siempre proceden del mundo del deporte o del espectáculo. Casi, por acotar el olimpo, podríamos referirnos al fútbol y al rock. Una de las características de estos dioses menores es que pueden tener debilidades humanas como la envidia y la codicia, por descontado que la lujuria también, es, además, uno de sus privilegios. A pesar de disfrutar de la veneración de sus acólitos, y de estar por encima del bien y del mal, llevan un gran sufrimiento sobre sus espaldas, su reinado real acabó el día que se convirtieron en dioses. El único argumento para soportar la divinidad es echar mano de los recuerdos, de los videos, de lo que dicen de uno. Es terrible, te ascienden a dios cuando has perdido las facultades, la fuerza, y las ganas de luchar por sacarle partido a tus talentos naturales. Ostentar un cargo tan elevado desde la bajura y la frustración no tiene que ser nada fácil, pero podría ser más divertido y educado que lo que nos muestran Pelé y Maradona; tanto monta, monta tanto. El uno le llama PASAR BUEN DIAAAAAAAAAAA UN ABRAZO DE OSOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO drogadicto al otro y el otro le llama homosexual al uno. y yo, que soy ateo de ellos dos, les llamo impresentables en lo humano. Que como dioes, que yo no reconozco, no digo que no sean buenos con su rebaño, ahora, si lo que queda del deporte es esto, viva el sillón, la cerveza y la tocineta adosada a un muslo con gracia y salero. Pasen buen día.