Buenos días hermanos, yo también quiero ser Pepepótamo por un día. Esconderme tras un disfraz de malvado y arrimarme a un niño asustado, guiñarle un ojo y regalarle un caramelo. Oh, gracias Pepe, por el facilitar el equilibrio del barco, situándote siempre a babor.
A lío:
Joder, tengo un vecina en el piso de arriba, Loli, – de la que hablaré siempre bien, más que nada porque sé que a sus se conecta a internet-, que es de esas personas que alimentan gatos y pájaros en plan altruista y desde el balcón. Sí, higadillos de pollo cocidos, cabezas de rape hervidas y ese tipo de cosas. Claro, me llegan gaviotas desde Galicia, por no hablar de los gatos de diez kilos que merodean por aquí. Coño, que hay noches que se pelean dos medio tigres pardos y ríete tu de los documentales de la dos. En serio, estoy rodeado de fieras.
El articulo:
“Mano derecha”
¿Tiene usted mano derecha? No, no le pregunto si es manco, me refiero a si, generalmente, le acompaña su “mano derecha”. Hace dos días detuvieron en Madrid a un jefe histórico de la Camorra napolitana y a su “mano derecha”, el titular lo leíamos en este medio. La verdad es que la noticia me trae sin cuidado, esto de los jefes históricos de organizaciones es el cuento de nunca acabar, siempre aparece otro con más historial que sustituye al anterior. Y el nuevo acabará por tener, también, su “mano derecha”; esto si que me llama la atención, el término y la figura. Sí, porque siempre me ha parecido una denominación que tiene connotaciones delictivas, o cuando menos, sospechosas. Por ejemplo, ayudante, suena más limpio, casi puro, con matices de solidaridad y alma cristiana. Secretario, suena horario laboral, fines de semana libres, a que no tienes acceso a todas las conversaciones y a que tienes que pedir permiso para entrar, a pesar de estar puteado y tener que ocultar alguna información. Persona de confianza, es casi como “mano derecha”, solo que al incluir “persona”, queda muy suavizado, incluso evocador de ambientes religiosos: , esto es probable, y suena bien. Hagan el favor de sustituir mentalmente “persona de confianza” por el que nos ocupa. Terrible, la Abadesa está metida en algo gordo. No es lo mismo estar sentado a la derecha de Dios, que ser su “mano derecha”, suena fatal, como si fueras el que envía las plagas a los pobres pecadores. Efectivamente, “mano derecha” tiene, a diferencia de los otros, una naturaleza ejecutora que lo hace desagradable al oído. La gente con buenas intenciones tiene colaboradores, socios, colegas, becarios, pero no eso. Un “mano derecha” tiene la orden de tomar decisiones sin necesidad de recibir órdenes, el principio del fin. Así que si un amigo le presenta a su “mano derecha”, sonría educadamente y agárrese la cartera. Pasen buen día.
A pasar buen día. Cris, ánimo. Paloma, ese desnudo te lo publico cuando quieras.
