Buenos días hermanos. Estoy en cris is de valores, de rumbo. No sé hacia donde tirar. He comprobado que la publicación de las fotos del calendario ha encendido los comentarios y los ha multiplicado. Creo que me siento encima del punto de inflexión, si sigo, acabaré como un magnate del porno, rodeado de explosivas mujeres, yates y coches. Si paro, estaré abocado a contar la historia del hermano Timoty Phelps, los da la balda y mis obsesiones cotidianas. No será una riqueza extrema, lograré un buen vivir con amigos y momentos entrañables.
Necesito ayuda en este cruce de caminos. Una palmadita que me empuje al abismo de la silicona y las ingles brasileñas, o un brazo que me sujete en la vida mía. (por favor PEPEPOTAMO hoy tu no opines, que ya sé lo que vas a decir)
Ay, sois vosotros los que habéis unido los pedazos de este mosntruo, hablad.
Agueda, te quiero agradecer la letra que me has enviado, no me olvido de la que mandaste anteriormente, la tengo guardada para hacer algo. Con esta, lo mejor que puedo hacer, creo, es publicarla tal cual, y compartirla con los demás. Un abrazo.
Canta señor Teról,
que mis ojos ya lo vieron por aquí,
que he soñado con sus dientes,
que he pasado por su blog,
que he venido por que quiero ser feliz…
canta señor Teról,
que el amor de mis amores es usted,
que he guardado cada idea,
que escribí con las palabras,
que sembraste en cada beso que te dí…
y con el tiempo te pensaba,
aferrado a unas bragas,
y con la lluvia consolaba,
tu ausencia en los años,
y con el tiempo yo sabía,
que algún día morirías por volver…
Te lo dije cantando,
te lo dije de frente,
que volverías por que no quieres perderme…
que sin mis versos,
no puedes empezar una mañana,
y sacarme de tu blog y de tu mente…
Canta señor Teról,
que en la vida estaba escrito que usted y yo,
eramos abril y marzo,
una gota en el desierto,
que íbamos a estar tan juntos,
como paloma e Igor en un probador…
(Es una adaptación de una canción de Alejandro Fernández)
Y como el día va de leer, os cuelgo también el artículo de hoy para que lo continuéis escribiendo…
El guión
Nadie, hasta la fecha, ha sido capaz de responder a la “pregunta” con la contundencia necesaria para lograr un apoyo unánime. La pregunta solo puede ser una: ¿Qué es la vida? Casi nada para un lunes de noviembre. Centenares de cientos de centenas de filósofos llevan toda la historia intentando aproximarse al resultado, así que yo en tres líneas no creo que pueda hacer diana. Sin embargo, podemos jugar a trileros de salón con las metáforas y los parecidos razonables. En este berenjenal me meto por derecho propio. La vida es un guión que estamos escribiendo para que la lleve al cine, o en su defecto a la plasma, un director novel, o un director consagrado y aburrido de estar aburrido. En enero estrenan la película basada en la macabra historia de la niña Mari Luz; Lo digo para que vean que no ando tan descaminado en mi conclusión. Tan solo un año después del fatal desenlace. No entro en valoraciones, que todo sea para bien y que, por descontado, la película esté bendecida por sus familiares. Hasta hace bien poco, la opción más espectacular siempre la ofrecía el cine, nuestras vidas eran pequeños retales en tonos grises que soñaban con parecerse a las historias proyectadas en las pantallas. Los héroes estaban a una distancia tan grande que no se podía concebir la fusión entre la realidad y la ficción, salvo en dos o tres películas coñazo de cine realidad. Hoy en día, el gris de nuestras historias resplandece más que el oro de Indiana Jones y los saltos de James Bond. También puede ser que el cine se haya convertido en un informativo con reportajes bien iluminados y una buena banda sonora. El tiempo nos irá esclareciendo los hechos. Mientras eso ocurre, yo leo los periódicos y veo cada página convertida en una cartelera: “Afganistán 12,30”; “La pelota vasca, no quiere entrar”; “La odisea del hijo que renegó del padre”; y la comedia para todos los públicos: “Una duquesa sobre ruedas”. Pasen buen lunes.
Pasar buen día.