Buenos días hermanos. Agosto vencido, en el horizonte, un septiembre inmaculado lleno de días por desvirgar. Que nos cunda.

SIN 999 PALABRAS

Tengo que hacer una rectificacion. El otro día, donde escribí “Valeria”, era Valentina. Debí tener un acceso de bautismmo expres. Lo siento. Y te agradezco que nos envíes otra de tus obras de arte. Aquí la tenéis.

TENEDORO

Susana Escalante, resume sus vacaciones de esta manera.

ASOMBRO

GRACIAS A LAS DOS. (seabrelterol@gmail.com) Para recibir fotos resumen de las vacaciones, o de lo que os plazca.

Parece que sigo escribirendo en EL CORREO durante el otoño también, creo que serán tres artículos a la semana, no estoy del todo seguro. Os cuelgo el de hoy, para que parezca que aporto algo de mi cosecha. Mañana me liaré con la cámara y las pelucas. Que paséis un buen día. Os leo.

Operación abrigo

Hoy empieza la “Operación abrigo”, para compensar los meses de restricciones y sinsabores de la cruel y despiadada “Operación bikini”. No se la van a anunciar a usted en ninguna tertulia radiofónica, ni en ningún suplemento dominical, pero es un hecho innegable, como lo del hijo del Cordobés. También se le podría denominar “Operación gabardina”, el caso es que la prenda tape y disimule la lorza campante y la tendencia al rebose de nuestro cuerpo. Ya era hora, qué dictadura de la imagen enjuta, por Dios. Me he pasado todo el verano metiendo tripa por las orillas de Euskadi y las piscinas de la Rioja, y no era el único, había cada cuadro que ni Picasso en su época azul; he visto caras moradas de tanto contener la respiración delatora de la chicha. Tenemos por delante ocho meses de liberación, que el papo vuelva a cobrar el protagonismo que se merece debajo de nuestra barbilla, ya lo disimularemos con una perilla de mosquetero en las fotos oficiales. Y que no nos mareen con lo del veranillo de San Martín, estamos en otoño, es tiempo de recolección, de vendimia, de agradecer al campo lo que nos regala, y la mejor manera es comiéndolo. Nosotros como el Phelps, a por las doce mil calorías diarias, a la conquista de los hidratos de carbono. Además, hay que amortiguar de alguna manera los golpes duros que nos reserva el calendario en esta hoja con fotos de uvas, traineras y setas. Por ejemplo, la vuelta de los compañeros del trabajo, es insoportable. Algunos vuelven demasiado cambiados de las vacaciones, sin ese estrés tan gracioso que tenían antes de marcharse. El halo místico que traen, es insufrible, se han encontrado consigo mismos y te lo restriegan por la cara a la primera de cambio. Son unos días muy duros, pero pasan, la segunda semana, ya aflora el mangarrán atacado que nos hace tanta gracia, aunque lo odiemos a muerte todos los días un ratito. Paciencia, todo vuelve a su cauce y a nuestras fauces. ¡Animo para hoy!